La ecografía en la medicina veterinaria ha ido en aumento en las últimas décadas como un método de diagnóstico de un gran número de enfermedades de nuestras mascotas, a nivel mundial la mayoría de las clínicas veterinarias poseen equipos de ultrasonido como herramienta fundamental para el diagnóstico, y nuestro país no escapa de esta realidad, los veterinarios han entendido las ventajas que ofrece, al mejorar en su desempeño profesional, y disminuir el tiempo de respuesta en problemas que se presenten en las emergencias.
Los casos que comúnmente llegan a las clínicas veterinarias están relacionados con problemas de la cavidad abdominal, con síntomas como: vómito, diarrea, dolor a la palpación o aumento de volumen de la misma, entre otros, síntomas que están ligados a patologías de las vías digestivas, u órganos como hígado o páncreas, la ecografía nos ayuda a diferenciar las posibles causas y clasificarlas como: inflamatorias, tumorales, y obstructivas entre otras, dando al veterinario de acuerdo al caso, la posibilidad de administrar rápidamente un tratamiento que pudiera ser: medicamentoso o un tratamiento quirúrgico si el caso lo amerita, colocando como ejemplo para este ultimo los cuerpos extraños que pudiera ingerir una mascota.
Otra muestra de la importancia de la ecografía seria en el diagnóstico de la gestación, ya que para muchos propietarios de mascotas, el día del apareamiento es desconocido o nunca se dieron cuenta que paso, aquí realizar un ecograma nos permite conocer con poco margen de error, el día de la monta, la fecha próxima del parto, el estado de salud de los fetos y su viabilidad, datos útiles si se desea que la gestación llegue a buen término, también los problemas cardiacos a cualquier edad pueden ser diagnosticados con la ecografía, por estas razones y muchas más, los médicos veterinarios utilizan cada vez más esta técnica y se especializan para brindar un mejor servicio clínico a la comunidad.