“Se me quedó grabada la imagen de una niña en la avenida Padilla, de unos cinco años, quien estuvo más de un minuto sentada y con una clara expresión de dolor. La impotencia de no tener con qué ayudarla, no poder darle nada generó en mi muchos sentimientos y me motivó a crear una iniciativa para que estas cosas no sucedan” estas son palabras de Yolana Villalobos, fundadora del movimiento ‘Barriguita Llena Corazón Contento’, quienes se encargan de llevar raciones de comida preparada a las personas en situación de calle de Maracaibo, especialmente a los niños.
Yolana, médico egresada de la Universidad del Zulia, es el principal motor detrás de Barriguita Llena, fundadora y directora “Como mi profesión es ayudar pensé en incentivar a las personas para ayudar a otros seres humanos que están en situación de calle que piden es agua, comida, ya no te piden dinero. Incentivar a las personas a compartir lo poco que puedan, porque nosotros tenemos poco pero ellos no tienen nada”.
El movimiento, nacido apenas en junio de este año, ya ha distribuido unas 203 comidas en Maracaibo “Tenemos un número de 203 barriguitas llenas, sin contar entregas de merienda como galletas, jugos y frutas que han sido muchísimas”.
“Llamamos movimiento a Barriguita Llena y no fundación porque esta última tiene muchos limitantes. He observado en el pasado, trabajando con fundaciones, como se le niega una ayuda a un niño simplemente por pasar la edad a la que está dirigida la fundación y eso me da mucho dolor. Si hay alguien en situación de ayuda uno le da” menciona.
Han sido varias las experiencias que ha tenido Yolana desde que decidió ayudar a los más necesitados “He tenido respuestas que parten el corazón porque cuando tú le haces entrega de una comida a un niño se emocionan demasiado pero más por desesperación por comer, la reacción es comer inmediatamente sin dejarse tomar fotografía ni nada. Es una receptividad impactante”.
“El primer día de entrega salí con mi esposo a la avenida Delicias y tuve una experiencia inolvidable, me fui con una chaqueta, por ser médico se que algunas personas en calle pueden tener enfermedades de piel por la situación, y al llegar recibí un abrazo por la espalda tan inmenso de una niña que me hizo olvidar todo lo malo, de la diferencia ya que solo sentí el agradecimiento por entregarle un plato de comida” cuenta con la voz entrecortada.
Vía Panorama / www.diariorepublica.com