Lo políticamente correcto cambia de un momento a otro… y por ello, una gran cantidad de películas clásicas han envejecido mal.
Los tiempos cambian, y con ellos, inevitablemente también, los parámetros que rigen las convenciones sobre lo que es aceptable o no en términos de las interacciones entre individuos, en un contexto social. De aquí que existan incontables ejemplos, a lo largo de la historia del cine, de trabajos cinematográficos cuya ideología, puesta bajo el lente de la actualidad, resulta obsoleta:
N.º 1: Grease (Kleiser, 1978)
El musical de Randal Kleiser presenta las vidas de un grupo de adolescentes en el Estados Unidos de los cincuenta, con un enfoque en particular sobre el romance entre la inocente Sandy Olsson (Olivia Newton-John) y Danny Zuko (John Travolta), un estereotipo de rebelde vestido de cuero.
A cuatro décadas de su estreno, la cinta resalta por sus nociones obsoletas respecto a las dinámicas de género en la sociedad, así como sus sexistas reflexiones en cuanto a la sexualidad femenina, personificadas a través del trato que Betty Rizzo (Stockard Channing) recibe a lo largo de la cinta.
N.º 2: The Birth of a Nation(Griffith,1915)
The Birth of a Nation se enfoca en la historia de dos familias amigas, los Stoneman y Camerons, cuyo estrecho lazo es abruptamente roto a partir del inicio de La Guerra de Secesión estadounidense, que los ve enfrentarse desde las filas de bandos contrarios, lidiar con el asesinato de Abraham Lincoln, así como participar directamente del nacimiento del Ku Klux Klan (KKK).
https://youtu.be/I3kmVgQHIEY
Aunque de innegables logros técnicos que sentaron las bases para la forma de hacer cine en años por venir, la épica de D.W Griffith ofrece una visión distorsionada de la historia, en tanto muestra a los afroamericanos como individuos irracionales, caricaturescos y carentes de empatía, propensos a cometer delitos como la violación, al mismo tiempo que retrata al KKK como la fuerza salvadora que restauró la paz y el orden social en el sur de Estados Unidos. La versión completa del largometraje está disponible en YouTube:
N.º 3: Straw Dogs(Peckinpah,1971)
La visceral Straw Dogs muestra el suplicio del joven matrimonio Sumner, que tras mudarse al pintoresco Cornwall, situado al sur de Inglaterra, con el fin de escapar al ajetreo de la ciudad se vuelve inadvertidamente víctima de la actitud exponencialmente violenta de los locales, hasta el punto en que dos hombre abusan sexualmente de Amy Sumner (Susan George).
Es aquí que el filme comete un error presente en otros trabajos como el High Plains Drifter, de Clint Eastwood, en el sentido que romantiza el acto de la violación, en la medida en que muestra a la mujer extrayendo placer del abuso.
N.º 4: Love Story (Hiller, 1970)
En Love Story, Oliver Barrett IV (Ryan O’Neal) y Jenny Cavilleri (Ali MacGraw) superan los obstáculos planteados por la desigualdad entre sus respectivas clases sociales, para eventualmente contraer matrimonio e iniciar una vida en conjunto en Nueva York. Sin embargo, la felicidad resulta efímera, en tanto Jenny es diagnosticada con una enfermedad terminal.
Para ser una película que promulga la existencia de un amor incondicional, y más allá de todos los clichés que comete el error en promover, resulta exasperante que en primera instancia Barrett y el equipo médico a cargo del cuidado de su esposa trabajan activamente, para ocultar a esta la existencia de una enfermedad que inevitablemente le arrebatará la vida.
N.º 5: Gone With the Wind(Fleming, 1939)
Al igual que la antes mencionada The Birth of a Nation, el drama de Victor Fleming que se enfoca en el triángulo amoroso entre Scarlett O’Hara (Vivien Leigh), Rhett Butler (Clark Gable) y Ashley Wilkes (Leslie Howard) ha sido criticado en años recientes por su representación de estereotipos raciales y lo que ha sido denominado una “romantización de la esclavitud”, en la que los afroamericanos son retratados como criaturas infantiles e intelectualmente inferiores respecto a sus contrapartes blancas.
Además, es necesario resaltar la naturaleza abusiva de la relación entre los protagonistas de la cinta. Solo basta recordar aquella escena hacia la última hora del filme, en que se insinúa que un embriagado Rhett abusa sexualmente de Scarlett.