El sábado el delantero venezolano Emilio Rentería sufrió insultos racistas durante un encuentro disputado en la primera división de Chile entre el San Marcos de Arica, equipo del vinotinto, y el Deportes Iquique. El partido, que se efectuó en el estadio Carlos Dittborn, en la ciudad de Arica -A poco más de 2 mil kilómetros de Santiago de Chile, capital de aquel país-, tuvo que ser suspendido por lo reiterativo en los agravios hacia el criollo.
Tras la suspensión del encuentro por parte del árbitro del encuentro, Julio Bascuñán, el presidente del club local, Cesare Rossi, indicó que el venezolano Rentería «era el culpable» por recibir las ofensas por parte de los racistas. «Él inicia todo al provocar a la barra de Iquique. Tenemos pruebas para demostrarlo», sentenció el mandamás del equipo de Iquique. Este mismo personaje también matizo, si es posible, sus declaracione indicando que «todo acto racista es repudiable».
En el mismo orden de pensamiento se mostró el entrenador del Deportes Iquique, al indicar que el ariete vinotinto fue el culpable de los insultos que recibió por «bailar y provocar a nuestra barra». Según este DT el venezolano debió recibir una tarjeta amarilla y ser expulsado, pues ya tenía otra cartulina, por los modos en que celebró su gol Rentería.
Por suerte, y también con mayor sentido común, el ente rector del fútbol en chile, la Anfp, rechazó sin cortapisas, los hechos ocurridos en el estadio Carlos Dittborn contra el venezolano. Además, desde esta organización añadió que lo ocurrido será investigado y castigados los culpables.
Cabe recordar que no es la primera vez que Emilio Rentería sufre ataques por su color de piel durante su estancia en Chile, ya el pasado 9 de noviembre seguidores del O’Higgins, insultaron al venezolano por su color de piel. Esto provocó que días después, el 11 de noviembre, desde la sede de la presidencia de Chile, en el Palacio de la Moneda, se recibiera al venezolano y se rechazara el racismo en el fútbol chileno.
Vía ÚN/www.diariorepublica.com