En abril de 2010, Conmebol acordó con Full Play los derechos mediáticos y de marketing para las ediciones 2015, 2019 y 2023 de la Copa América, así como de otros torneos. Luego se acordó la realización de la Copa Centenario de 2016 en Estados Unidos.
En mayo de 2013 se creó la empresa DATISA, agrupando los intereses comerciales de Traffic, Torneos y Full Play, cada uno con una parte igualitaria de la nueva razón comercial. Esta acción resultó tras una reunión en marzo de 2013: en Buenos Aires se acordó el pago de un soborno por 10 millones de dólares acordado por Full Play y Torneos para Conmebol en relación con los derechos de Copa América.
Días después, siempre en mayo, Datisa firmó en Londres un contrato con Conmebol para obtener los derechos comerciales a nivel mundial de las Copas de 2015, 2019, 2023 y la del Centenario de 2016.
Datisa acordó pagar 100 millones de dólares en sobornos a oficiales de Conmebol -todos oficiales de FIFA– a cambio del contrato de Copa América firmado en 2013: 20 millones por la firma del contrato y 20 millones por cada una de las cuatro ediciones del torneo. Cada pago de 20 millones fue dividido en sobornos de esta manera: 3 millones para cada uno de los top tres oficiales de Conmebol: el presidente de la Confederación y los presidentes de las asociaciones de Brasil y Argentina; 1,5 millones de dólares a cada uno de los otros siete presidentes de las federaciones de Conmebol (Entre ellos la Federación Colombiana de Fútbol) ; y 500 mil dólares para otros once oficiales de Conmebol.
El pago de estos sobornos a Conmebol se realizó entre junio y septiembre de 2013 usando instituciones financieras en los Estados Unidos.
Según la información del ministerio de Justicia de Estados Unidos, los 20 millones dólares en sobornos acordados para la Copa de 2015 ya fueron pagados a Conmebol.