A pesar que los precios del crudo se mantienen hoy cercanos a los $ 50, su valor sigue siendo insuficiente para 14 empresas de América Latina —estatales y privadas— que se dedican a la actividad de explotación y exportación del recurso. Recientemente, la agencia de calificación crediticia Moody’s Corp aseguró que el negocio requiere que el barril supere como mínimo la marca de los 55 dólares para garantizar la inversión y los costos.
Según la agencia calificadora los precios altos permitirían “revertir un descenso” en la producción petrolera de las compañías que destinan entre 10 y 40 dólares para extraer un barril de crudo, pero que además gastan elevadas sumas en otras áreas claves como refinación, procesamiento y transporte.
Aseguró también el ente que el reciente repunte de los precios del crudo da un “alivio mínimo” (a las compañías) del estrés producido por su desplome en el largo plazo. “La reposición de reservas ya ha sido afectada”, dijo a Reuters la principal analista de Moody’s Latinoamérica para empresas petroleras, Nymia Almeida.
“En los próximos dos años esas compañías podrían ser incapaces de invertir suficiente dinero para revertir la caída de la producción”, agregó.
Desde Venezuela, a principios de año, el propio Ministro para el Petróleo y Minería, Eulogio Del Pino, informó que en la estatal petrolera se estudiaba reducir en 28% los costos de operación durante 2016. Enfatizó que el objetivo principal es alcanzar un costo de producción en torno a 10 dólares por barril, desde los 13 dólares actuales.
El año pasado, indicó Del Pino que “a precios bajos (…) son contados los países que pueden producir (…)”. Luego agregó que el precio ideal del barril en los mercados internacionales debería estar por encima de los 80 dólares.
José Sangronis, analista del sector energético, indicó que “el negocio petrolero sí requiere un precio del petróleo alto (…) que por lo menos oscile entre los 50 y 80 dólares. Cuando los precios caen las empresas petroleras disminuyen sus inversiones y, por ende, esto influye en la producción”.
Agregó que “la caída del bombeo de Pdvsa, Ecopetrol, Pemex, Petrobras y Petroecuador se debe en parte porque sus yacimientos productivos y de crudo livianos y medianos van en franco envejecimiento. La mayoría de dichas empresas están centrando su producción en bloques (áreas) con crudos pesados y extrapesados (…) que requieren de enormes inversiones para su explotación que no son nada fáciles por la complejidad del proceso para el manejo de ese recurso”.
En esto también coincidió el experto en el sector y economista, Víctor Maldonado, al asegurar que “todas las compañías petroleras requieren de un barril cuya cotización les garantice cubrir sus costos operativos y de funcionamiento. Que les permita un retorno suficiente de dinero para poder reinvertir dicho capital en sus actividades primarias como lo son la exploración, la producción y la refinación. Nadie quiere vender a pérdida (…) para después endeudarse y quedar en quiebra. Venezuela necesita de precios del petróleo muy superiores a los $ 50”.
Los últimos datos reflejan que el bombeo de petróleo en Venezuela, Ecuador, Brasil, México, Argentina y Colombia descendió en conjunto en un 4,6% en el primer trimestre a 9,13 millones de barriles por día (bpd). Asimismo, las empresas controladas por el Estado como Pdvsa en Venezuela, Ecopetrol de Colombia, Petrobras de Brasil y Pemex de México están recortando fuertemente sus costos o vendiendo activos, intentando ajustarse a un entorno de menores precios.
La producción de crudo de Venezuela, que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, cayó a 2,37 millones de barriles por día (bpd) en mayo, según datos de la Opep publicados el pasado lunes. El descenso fue cercano a un 5% a partir de abril y de casi un 11% desde el 2015.
En similares circunstancia se encuentra Colombia. Su producción petrolera cayó un 11,8% en mayo y se mantuvo por debajo de 904.000 bpd, informó el Ministerio de Minas. La caída progresiva de la producción se debió a “la disminución de la inversión y del cierre de algunos pozos por los bajos precios del petróleo”, dijo el ente.
En Brasil, Argentina y Ecuador el retroceso en la producción se calcula entre 3% y 7%.
Samuel Ballesteros, analista de una consultora petrolera, indicó a este rotativo que “una cesta petrolera en $ 50 no es tan mala, eso da cierta comodidad a las empresas, luego de transitar por precios que estaban por el suelo y en
$ 30. Lo que si se está volviendo peligroso es que se está cerrando la brecha entre lo que cuesta extraer un barril y comercializarlo, por eso todos aspiran a un precio superior a los 60 dólares para tener ganancias”.
En lo que resta de 2016, los productores mantienen los “dedos cruzados” y la esperanza de que el oro negro retome la senda de la recuperación.
Vía Panorama / www.diariorepublica.com