Uno de los festivales de música clásica más afamados del mundo, con un exigente público conocedor de esta manifestación artística: el Festival de Salzburgo, que se celebra en la cuarta ciudad más importante de Austria. Una tradición: la interpretación, cada año, desde 1927, de la exigente composición La Gran Misa en Do Menor de Wolfgang Amadeus Mozart, oriundo de esta ciudad, en la abadía de San Pedro, la misma en la que el genio musical austríaco estrenó esta obra hace 230 años.
Durante más de ochenta años, la interpretación siempre estuvo a cargo de una orquesta local. Hasta este 2013, cuando Venezuela, con su gran proyecto social y cultural del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, se adueñó de esta ciudad, y su Orquesta Sinfónica Simón Bolívar fue la encargada de ofrecer dos magistrales conciertos este jueves y viernes, al interpretar la Misa en Do Menor en el mismo templo donde la estrenó Mozart, frente a las autoridades del destacado festival y con un público que plenó ambas presentaciones.
Tras ser dirigidos por el maestro venezolano, reconocido en todo el mundo, Gustavo Dudamel, la ovación del concierto de este viernes se prolongó al menos durante 10 minutos. Y es que los músicos y coristas de la Coral Nacional Simón Bolívar, además de otros cuatro importantes solistas internacionales invitados, ofrecieron una interpretación que al público europeo estremeció y al venezolano que tuvo la fortuna de asistir le puso la piel de gallina y el corazón colmado de orgullo.
«Para nosotros es un inmenso honor estar en este festival icónico del arte musical. Creo que es un triunfo de nuestra juventud y niñez musical. Eso es lo que representan la Orquesta y el Coro Simón Bolívar. Es ese maravilloso proceso de crecimiento que se ha tenido», manifestó un Dudamel feliz, que se prepara para cerrar este sábado su participación en el festival, junto con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, con un total de cinco conciertos.
Dudamel, quien se formó al calor de este sistema, da cuenta del extraordinario desarrollo que ha tenido este proyecto del Estado venezolano nacido en 1975 y que hoy goza de la admiración de todo el mundo.
«Estamos donde se estrenó esta obra, donde se presentan las mejores agrupaciones del mundo, los solistas, los mejores artistas. Estamos hablando de un triunfo de Venezuela, de un triunfo del país», resaltó orgulloso y con una sonrisa que no escondió ni por un segundo, tras un concierto memorable.
Recordó cómo en las calles de esta ciudad, donde han desfilado los mejores músicos del mundo, el arte de la sinfónica de jóvenes venezolanos se ha plantado firmemente hasta hacer que el tricolor patrio se pueda ver en sus calles. «Salzburgo se convirtió en toda Venezuela. Estamos muy orgullosos. Esto es un paso más pero un paso gigantesco para el sistema de orquestas», enfatizó Dudamel.
Su primera presentación esta semana lo hizo merecedor de 18 minutos de aplausos. Pero él, humilde, advirtió que no es el principal protagonista. «Somos todos, la orquesta. Es el reconocimiento no solamente al proyecto, que es un aplauso gigantesco, sino al altísimo nivel artístico al que se ha llegado en nuestro país en la música. Creo que debemos estar orgullosos. Somos un país lleno de futuro y lo estamos construyendo. Ahí están esos muchachos, tocando, cantando y luchando. No es tocar notas aisladamente de la vida. La música para nosotros significa vida y belleza», expresó.
Venezuela en Salzburgo y Salzburgo en Venezuela
El gran creador de este sistema es el maestro José Antonio Abreu, laureado en todo el planeta por esta loable iniciativa, que buscó «sistematizar la instrucción y la práctica colectiva e individual de la música a través de orquestas sinfónicas y coros como instrumentos de organización social y de desarrollo humanístico», tal como destaca el portal web del proyecto.
El maestro Abreu exhaltó la significación histórica y artística de la proeza de la Simón Bolívar con la obra de Mozart. «No solo que se presente en este templo donde se estrenó sino ante las máximas autoridades del Festival de Salzburgo, que nos ha acogido espléndidamente. Estuvieron cuatro solistas internacionales, un coro extraordinariamente bien montado por nuestras maestras venezolanas y la colaboración entusiasta y apasionada de la orquesta bajo la eminente dirección de Gustavo Dudamel, para ofrecer este regalo a Salzburgo de Venezuela», resaltó.
«El público ha reconocido la genialidad con la que Gustavo ha conducido la obra. Es un montaje muy difícil y muy complejo, una música dificilísima que él ha podido, junto con la Orquesta, remontar con un éxito extraordinario», ratificó.
Un reconocimiento más al éxito del sistema es la decisión, anunciada en días pasados, de trasladar parte del Festival de Salzburgo a Venezuela en unos años.
«Ya está convenido que tengamos una edición del Festival de Salzburgo en Venezuela y esperamos que sea una edición perenne. El vínculo con Salzburgo tiene que ser profundo y eterno, porque aquí está la huella del genio de Mozart, que irradia su esplendor en el mundo entero y en todo el arte», destacó Abreu.
Añadió que se han establecido los contactos necesarios con las autoridades del festival «y todo el mundo está de acuerdo con que esto se realice en Caracas. La fecha tenemos que fijarla con ellos, pero estamos seguros de que va a ser un gran éxito».
Dentro de ese público que ovacionó a la Simón Bolívar este viernes estaba el ministro para el Turismo, Andrés Izarra, quien acudió en representación del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, para transmitirles «el respaldo, las felicitaciones, el agradecimiento y el orgullo» a estos jóvenes.
«Los mejores embajadores que tiene Venezuela son los muchachos de la Orquesta», manifestó y resaltó que el apoyo que siempre dio el comandante Hugo Chávez a esta obra social se mantiene y potencia ahora con Maduro.
Sostuvo con satisfacción que «Caracas está lista» para tener un Festival de la calidad del de Salzburgo.
El Sistema de Orquestas venezolano ha estado en suelo austríaco en esta oportunidad desde el 24 de julio, con actividades que incluyen no solo los conciertos sino el intercambio pedagógico. Han participado la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño y la Sinfónica Juvenil de Caracas. En los próximos días se incorporan la Nacional Infantil y el Coro Manos Blancas.
Actualmente, este gran proyecto cuenta con 24 orquestas estadales y 285 orquestas sinfónicas juveniles e infantiles. Más de 350.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, provenientes de los sectores pobres del país, están incorporados a la práctica musical gracias a esta iniciativa.