Un impactante peso de 116 kilos tiene que aguantar un niño de cinco años, quien producto de una vida sedentaria y una mala alimentación alcanzó ser el infante con mayor peso del mundo y una obesidad morbida, que actualmente es tratado por el Hospital de Niños Orlando Alassia de Santa Fe (Argentina).
Mateo, nombre del niño, tiene muy preocupado tanto a sus madres como a los médicos tratantes al presentar un cuadro crítico de obsidad y dificultad en su desarrollo psico-motor. Su madre, una empleada doméstica, asumió la responsabilidad de la situación: «Mi esposo es albañil y yo soy empleada doméstica, tenemos seis hijos, la verdad que fue un descuido nuestro que coma tanto y que engorde, no lo controlamos, y desde los 3 años viene engordando paulatinamente”.
Entre las patologías que han sido diagnosticadas están “diabetes, hipertensión arterial, colesterolemia e hiperglucemia”, según declaraciones de Pablo Ledesma, uno de los directores del centro de salud.
Por su parte, el Dr. Osvaldo González Carrillo, director del hospital Alassia, aclaró “revisamos la historia de este chico y ya había estado internado hace un tiempo atrás, no en nuestro centro de salud, sino en el hospital Iturraspe, donde le habían hecho algunos estudios y se fueron de alta voluntaria. Es más, la gente de Iturraspe intentó rastrearlos, pero no pudieron encontrar a la familia, estamos tratando de averiguar qué pasó”.
Por los momentos Mateo está internado y se le realizan análisis y electrocardiogramas como parte del tratamiento para bajar paulatinamente de peso, cuyo avance hasta el momento ha sido de 2,5 kilos y aspiran hasta que llegue a los 34 kilos en un año; es decir que logre perder al menos 82 kilos.
Redacción www.diariorepublica.com