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La inmunoterapia, elegida en 2013 por la revista Science como uno de los avances científicos del año, es un novedoso tratamiento que se utiliza para combatir ciertos tumores. En esencia, consiste en reforzar las defensas naturales de nuestro organismo, como los linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos, para que puedan localizar y destruir las células cancerosas.

No obstante, en un ensayo publicado en The Lancet, se advierte que esta estrategia presenta varios inconvenientes. Por una parte, los pacientes suelen experimentar distintos efectos secundarios que, a menudo, se complican. Además, no es fácil determinar si el procedimiento está siendo eficaz –si no lo es, el cáncer podría extenderse por el organismo o incluso volverse más resistente–, y, además, se ha observado que, en algunas variantes de esta técnica, la inmunoterapia no supone un beneficio a medio plazo para el 80% de los enfermos tratados con ella. De hecho, hay afectados que ni siquiera reaccionan.

Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (INC), en EE. UU., coordinados por Nicholas P. Restifo, un experto en inmunología de esta institución, ha presentado en la revista Nature las conclusiones de un amplio estudio en el que se identifican más de cien genes que intervienen en el mecanismo que facilita la eliminación de los tumores mediante el uso de los citados linfocitos T.

Para ello, utilizaron una tecnología de edición genética denominada CRISPR que les ha permitido «apagar» consecutivamente ciertos genes en unas células de melanoma, una variedad de cáncer de piel. Luego, fueron examinando la efectividad de los leucocitos T.

«Los resultados muestran que en el éxito de este tratamiento contra el cáncer juegan un papel clave muchos genes, bastantes más de los que esperábamos en un primer momento», señala Shashank Patel, uno de los expertos en Ciencias biomédicas del INC que ha participado en este trabajo.

Los investigadores esperan que este avance arroje algo de luz sobre uno de los asuntos que traen de cabeza a muchos oncólogos: la resistencia que presentan los tumores a los tratamientos basados en el uso de linfocitos T. En un comunicado, Restifo señala que si los genes que describe en su estudio quedan finalmente validados en pruebas clínicas, se avanzará notablemente en este sentido.