El arzobispo salvadoreño Óscar Romero, convertido en leyenda en América Latina tras su asesinato en 1980, y el papa Pablo VI (1963-1978) serán canonizados el 14 de octubre en la basílica San Pedro del Vaticano.
La canonización tendrá lugar durante el sínodo (reunión de obispos) centrado en los jóvenes que se celebrará en octubre en el Vaticano, indicó el papa argentino durante una reunión dedicada a la causa de los santos.
Descrito como un hombre sencillo y cercano al pueblo, Óscar Romero, nacido en 1917, tomó la defensa de los campesinos sin tierra. Al anochecer del 24 de marzo de 1980, Romero, fue asesinado por un francotirador a quien se le pagó 1.000 colones (400 dólares de la época).
Este crimen se produjo al inicio de la guerra civil en El Salvador (1980-1992); dos años después de la elección del papa Francisco el Vaticano reconoció a su «mártir», abriendo la vía a su beatificación en mayo de 2015 ante más de 200.000 fieles en San Salvador.
Delegaciones de 57 países y cuatro presidentes latinoamericanos habían asistido a su beatificación. Este reconocimiento fue vivido como una fiesta en el pequeño país centroamericano.
Terminar el Concilio II
El papa Pablo VI, nacido Giovanni Battista Montini en 1897, terminó durante su pontificado el concilio Vaticano II lanzado por su predecesor Juan XXIII. Había sido beatificado en octubre de 2014.
Según el sitio especializado Vatican Insider, el milagro que permite la canonización del papa italiano se refiere a una niña nacida muy prematuramente el 25 de diciembre de 2014, cuando los médicos habían aconsejado un aborto terapéutico.
Pablo VI fue criticado por su «no» en 1968 a la píldora anticonceptiva.
Con la canonización, que es la culminación de un largo proceso, la iglesia católica quiere poner como ejemplo a los cristianos a estas personas que declara «santas» tras una minuciosa investigación que incluye el reconocimiento de milagros.
Agencias