El servicio geológico de Estados Unidos reportó el miércoles un sismo de magnitud 6,7 en Ecuador, cerca de la zona de la costa del Pacífico devastada por otro terremoto el pasado 16 de abril. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo en Twitter que el nuevo sismo sólo causó pequeños daños materiales.
El epicentro del temblor estuvo en el noroeste del país, a 34 kilómetros (21 millas) de la localidad de Rosa Zárate, y a 156 kilómetros (96,9 millas) de la capital, Quito, explicó el centro el miércoles.
Correa indicó que no se había emitido alerta de tsunami y pidió a los vecinos de Quito, donde el temblor sacó a los atemorizados residentes de su sueño y algunas personas salieron a las calles, que regresaran a sus casas.
«La gente ha salido a las calles, pero no tenemos mayores problemas por el momento. Fue un fuerte remezón y todos nos asustamos», dijo Jorge Zambrano, alcalde de Manta, una de las ciudades más afectadas por el terremoto, en declaraciones a radio Pichincha.
En las zonas afectadas por el terremoto de abril, la ciudadanía salió a las calles con mochilas al hombro buscando sitios altos por temor a un tsunami. Inicialmente se cortó el servicio de energía eléctrica, que poco a poco se está restableciendo.
En el movimiento telúrico de abril, más potente con una magnitud de 7,8, murieron 660 personas y decenas de miles más quedaron sin hogar.
La economía ecuatoriana ya enfrentaba problemas antes de la tragedia del mes pasado. El presidente del país, Rafael Correa, subió los impuestos para financiar la reconstrucción, pero dijo que recuperar las localidades costeras y turísticas arrasadas por el sismo tomaría años.
Vía AFP/www.diariorepublica.com