Por Sinar Alvarado
«Los partidos que persiguen fines electoreros tienen fugaz duración en la historia». Sismondi.
Nadie es indispensable, pero hay hombres que en determinados momentos de la historia, las circunstancias los hacen necesarios. Este es el momento, y están dadas las circunstancias que hacen necesario a Juan Pablo Guanipa como la figura que puede enfrentar con éxito al mejor candidato del oficialismo a la Alcaldía de Maracaibo.
Caminador incansable ha llegado hasta los confines de la ciudad en un prolongado e incesante periplo para conocer a las comunidades, sus agobiantes problemas y proponer soluciones posibles.
Pero la justa y legítima aspiración de este hombre con nombre pontificio tiene una roca en el zapato, pues la MUD en el Zulia funciona como una aplanadora, siempre a favor del partido mayoritario UNT, que ya no es tan mayoritario. Decir en boca de su fundador que la Alcaldía de Maracaibo es de UNT fue una afirmación desafortunada, prepotente y retadora. Al respecto estoy seguro que no existe una escritura pública mediante la cual se le otorgue a algún partido político la propiedad de dicho ente municipal, pues ella es de los ciudadanos y de ellos es el mandatario. Peor el desliz de su esposa la alcaldesa quien sin asomo de modestia, afirma que los votos de Maracaibo son de UNT, olvidando que en política no existen votos cautivos y que el electorado es veleidoso, una vez sonríe y otra da la espalda.
Empeñarse en imponer una candidatura que hace un año era una carta de triunfo pero que después de tres derrotas hoy parece no serlo, por las voces que se alzan sobre su inconveniencia actual sería un error de fatales consecuencias políticas, cuyos efectos negativos trascenderían las fronteras de Maracaibo.
Como venezolano, he cumplido con mi deber de votar en todas las citas a las que nos ha llamado la Constitución y la ley, dí mi apoyo y el de mis compatriotas sufragantes que piden mi orientación a Manuel Rosales en las oportunidades que la democracia le ha brindado a él y a sus sugeridos, siempre en la tarjeta de Copei o de Primero Justicia, porque a ellos me acercan mis ideas ancestrales.
Como nunca he sido un ciudadano mudo ni genuflexo, pienso que las decisiones inapelables e inmodificables en UNT parecen reeditar prácticas al estilo Alfaro Ucero que propiciaron la hecatombe político electoral de AD, hace tres lustros y junto con el declive de otros partidos tradicionales, gestaron la pesadilla que hoy padecemos.
Periodista y escritor