Una pequeña cola de vehículos espera para ser revisada y poder pasar de la gran V de concreto a la C, símbolos de los límites entre Venezuela y Colombia. Fuentes militares aseguran que la afluencia vehicular por esta zona ha bajado en un 40% debido a que los usuarios se sienten inseguros.
“El trafico está normalizado desde el cierre de la frontera. Los contrabandistas están desesperados por saber por dónde agarrar, por saber cuál es la mejor vía para transportar su mercancía”, sostuvo un residente del sector que prefirió no ser identificado.
A cinco días de la activación de controles más severos en la frontera entre ambos países —con la aprobación de los mandatarios Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro— con el objetivo de frenar el contrabando, la rutina de la zona ha registrado cambios visibles, y otros no tanto, pero que son un secreto a voces.
Por ejemplo, a pocos metros del puesto de control Paraguachón, la última alcabala antes de salir de Venezuela, comerciantes informales ofrecen sus servicios de transportar mercancía de contrabando al mejor postor:
“Lo que llevéis y no podáis pasarlo por la alcabala, por la trocha la podemos pasar. Por ahí se puede pasar lo que queráis”, se escucha en la vía.
Es decir, que ante la restricción de 10:00 de la noche a 5:00 de la madrugada que comenzó el pasado lunes 11 de agosto, persiste el uso de los “caminos verdes” como vía alterna para sacar del país mercancía, alimentos y combustible en forma ilegal.
No existe un precio estipulado para el traslado ilegal, todo depende del tipo de mercancía y el destino; mientras que los cuerpos militares revisan documentos de identidad y papeles de los vehículos.
Por otro lado, la rutina de los comerciantes de la zona transcurre de forma normal. Tomando como punto de partida el Core 3, y culminando el trayecto en Paraguachón, la carretera se muestra solitaria; libre de pimpineros. Sectores como La Paila Negra, que generalmente estaban atestados de jóvenes vendiendo gasolina de manera ilegal se ven completamente despejados.
Los puntos de control más fuertes son el del río Limón, Guarero y Paraguachón. En contraste con esta situación, algunas estaciones de servicio como la de Santa Cruz de Mara y Paraguaipoa estaban atiborradas de vehículos para cargar sus tanques de gasolina.
Según los camioneros, la medida de restricción de carga —de 6:00 pm a 6:00 am— les afecta porque deben esperar muchas horas con mercancía legal.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com