Al menos tres cuartas partes del genoma humano está compuesto de ‘ADN basura’ no funcional (sin uso o sin importancia), y la proporción real es probablemente mayor, a tenor de las conclusiones del estudio llevado a cabo por el investigador Dan Graur, de la Universidad de Houston (EE. UU.) y que recoge la revista Genome Biology and Evolution.
Graur calcula que la porción funcional del genoma humano probablemente constituye solo de un 10 a un 15% de nuestro ADN total, con un límite superior del 25%. El resto de nuestro genoma -en algún punto entre el 75 y el 90% de nuestro ADN- es lo que se denomina ADN basura: no necesariamente materia genética nociva o tóxica, pero sí secuencias de nucleótidos ilegibles y fragmentadas que no son funcionales en términos de codificación de proteínas que estimulan las reacciones químicas importantes en nuestro organismo.
La razón de ser del modelo de Graur se basa en la forma en que las mutaciones se arrastran en el ADN, y de qué forma, como especie, eliminamos estas mutaciones para beneficio de todos.
Este tipo de variantes genéticas aparecen en nuestro genoma con el tiempo, cambiando sutilmente o reordenando las cuatro bases químicas que forman el ADN en partes de nuestro código genético.
Vía Globovisión/www.diariorepublica.com