Edwin Soto, alias «El Mocho» Edwin, nuevo líder del área Penal de Sabaneta, y también de la Máxima, no es primera que eleva su nombre. Es un notorio en Maracaibo y el Zulia, su apodo ha sido publicado en prensa, comentado en radio y tv y reseñado en inumerables páginas web. Su nombre es sinónimo de tiros y sangre, pero ahora afirma que se ha dado una oportunidad para la redención.
Ha dicho que está resteado con el Plan Cayapa, liderado por la Ministra Iris Varela en un intento por humanizar las cárceles, reitera que defiende el deporte en el penal y también las jornadas de cultura. Quiere respeto.
Paga condena por la muerte de tres hombres en el sector Amparo el 11 de abril de 2010, los mismos que lo habrían ayudado a robar una remesa de Tiendas Traki. Su primer ingreso a Sabaneta, del que se tenga memoria, data de 2003, por un robo frustrado. Se le sindica además de ordenar la muerte de los ex líderes de la cárcel de Uribana «Pa Gordo», «Chuki» y «Gordo Jeison», según relato del Diario La Verdad, y en 2009 lo habrían apresado en Margarita por el secuestro de una mujer. Desde 2011 está de vuelta en Sabaneta.
Soto fue quien comandó ayer en la tarde la toma del área Máxima del reclusorio de Maracaibo, ahora lidera la zona de Penal y Máxima.
Recientemente llamó al Diario La Verdad para desmentir los señalamientos que sobre él pesaban y pidió consideración a la prensa por los trabajos que afirma, desarrolla dentro del penal, la promoción de nuevos valores, la educación, el trabajo en equipo y el deporte.
Así habló con el rotativo zuliano
Édwin Soto, conocido como «Mocho Édwin» y líder del área de Penal de la cárcel de Sabaneta, asegura no ser el responsable de «todo lo malo que pasa en Sabaneta». Pidió respeto y que sus esfuerzos para apoyar el deporte tengan la misma cobertura y relevancia que «su pasado».
«No sé por qué siempre hablan mal de mí. En Sabaneta hay siete áreas, pero solo hablan del ‘Mocho’. Estamos apoyando el plan Cayapa. Se cayó una pared de los policías, y nosotros respetamos el sistema. Hubo un tiroteo y nosotros paramos eso».
Durante 16 minutos reconoció que ha asesinado e incurrido en otros delitos, pero dijo que estaba en un período de rectificación y que su liderazgo en el área de Penal lo ha concentrado en la promoción del deporte y la educación y en el apoyo directo a vigilias y actividades religiosas.
«Por querer mantener la paz, la armonía, la tranquilidad. ¿Con las extorsiones? Ve, te lo digo ante los ojos de Dios, yo no apoyo esa vaina. A mí me gusta es el deporte… A raíz del tiempo uno va cambiando, ¿por medio de qué? Por medio de Dios. De lo que uno va haciendo, porque uno tiene familia y uno tiene que superarse en la vida… No puedo cambiar esa imagen, pero uno tiene derecho a una oportunidad de cambiar y nadie es quién para juzgar a nadie. Por medio del deporte, de la Iglesia evangélica, católica, vigilias, apoyando tantas cosas».
A través de sus palabras, Soto reconoció ser el líder del área de Penal y que los internos pagan una cuota semanal, pero insistió en que ese dinero se invierte en el mantenimiento y la comida de todos. «A veces hemos tenido que matar animales para que podamos comer».
Desmintió la venta de cuartos. «Esto no es mío. Yo no puedo vender cuartos». Explicó que los presos que tienen habitaciones y salen en libertad, venden esos espacios por estar acondicionados. «Este es el patio más grande y algunas cosas se me escapan de las manos, pero no es justo que maten a alguien en otro patio y digan que fue en Penal».
«Estamos apoyando las cosas del ministerio porque queremos cambiar el modo de vivir. Incluso yo tengo dos muchachos, uno de ellos costilla mía, que va pal ministerio. Era malandrísimo, pero dice ‘yo me cansé de esta vaina, yo quiero cambiar’. Y esas son oportunidades que está dando el ministerio. Yo quiero cuidar mi reputación y mi vaina. De qué vale trabajar por el deporte, por la cultura, si nadie me va a apoyar”.
La cita
“Yo quiero cuidar mi reputación y mi vaina. De qué vale trabajar por el deporte, por la cultura, si nadie me va a apoyar”
Édwin Soto, recluso
Redacción/Diario La Verdad