Karina Katiuska Vásquez de Calderón, (31), luchó por su vida hasta el último minuto, pero una muerte cerebral y un paro cardíaco la desprendieron de sus familiares la tarde del sábado en el Hospital General del Sur.
Pero fue una pedrada en la cabeza lo que le hizo padecer durante 10 días de hospital en hospital, cuando el pasado 4 de abril, regresaba con su esposo Rolando Calderón de una entidad bancaria en Cabimas donde habían aperturado una cuenta.
“Habíamos amanecido en el banco para abrir una cuenta y ya nos ibamos para la casa, pero en el camino, había una tranca por unos estudiantes de la Unermb y el chofer del carrito se desvió, pero en ese desvío, salieron dos estudiantes, y lanzaron piedras al carro para que se detuviera, una de las piedras rompió el vidrio y le dio a mi esposa en la cabeza”, contó Rolando Calderón.
El hombre al ver que Karina tenía el rostro manchado en sangre, le pusó la chaqueta sobre la cabeza y le rogó al chofer que la llevara a un hospital.
Fue en el ambulatorio del sector Federación donde la llevaron, pero de allí la remitieron al Hospital de Cabimas y por último al ‘General del Sur’ en Maracaibo.
“La operaron el lunes pasado y había evolucionado bien, pero luego se le bajó la tensión y sufrió muerte cerebral”, dijo uno primo de la joven ama de casa. Al día siguiente, un paro cardíaco le quitó la vida.
La mujer dejó un hijo de 11 años, Vivía con su esposo en Federación II, cerca del sitio donde ocurrió el suceso en la carretera H.
El Cicpc procedió a investigar su caso para dar con los causantes de su muerte. Sus familiares exigieron justicia.
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