En la pequeña localidad colombiana de Macarena, desde eurodiputados hasta campesinos que viven en zonas cercanas, pudieron presenciar la espeluznante fosa donde fueron enterrados los más de mil cadáveres, que presuntamente el Gobierno de Colombia minimiza a una cifra de solo 450.
Hasta el momento, no se ha pronunciado ninguna unidad oficial con más detalles al respecto de este fatal descubrimiento; sin embargo, sí han surgido varias teorías sobre el origen del hecho. Muchos lo atribuyen a la convulsión social que atraviesa la nación neogranadina, donde los movimientos sociales e indígenas se encuentran protestando para que se lleve a cabo el proceso de Acuerdo de Paz de manera efectiva, así como algunos afirman que los cuerpos pertenecen a víctimas del Ejército de Colombia.
Independientemente del motivo que aguarda detrás, este descubrimiento se ha posicionado como el mayor enterramiento de víctimas de un conflicto del que se tenga noticia a escala del continente latinoamericano hasta el día de hoy.
Según el secretario del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, Jairo Ramírez, en la superficie era posible ver cientos de placas de madera de color blanco con la inscripción NN y con fechas desde 2005 hasta hoy”.
En el sitio también estuvo la candidata a la Presidencia de Colombia, Piedad Córdoba, quien lamentó el suceso y lo calificó como una situación “vergonzosa”.
En octubre de este mismo año, Colombia se había visto envuelta en el hallazgo de otra fosa común, esta vez en la zona fronteriza con Venezuela. Es importante destacar que desde hace tiempo comunidades y distintas ONG han denunciado asesinatos de “maleteros”, como se les conoce a las personas que transportan mercancía de contrabando, en el sector y desapariciones de venezolanos, por lo que da para reflexión si estos hechos de algún modo tienen conexión.
Vía NAD/www.diariorepublica.com