Con el fin de evaluar como se encuentra el ecosistema selvático más grande del planeta y conocer los efectos del calentamiento global en la selva, Brasil y Alemania cortaron la cinta inaugural de la primera torre de observación de la Amazonía.
La estructura que fue valorada en 26 millones de reales (unos 7,4 millones de dólares), la torre fue erguida en la Reserva de Desarrollo Sostenible de Uatumã, ubicada en jurisdicción de un municipio a 150 kilómetros de Manaus, la mayor ciudad de la Amazonía.
La Atto, más alta que la Torre Eiffel, servirá para la monitorización de los cambios climáticos que se produzcan en los bosques de la zona, uno de los ecosistemas más sensibles del planeta y que desempeña un papel importante en la estabilización del clima.
El objetivo a largo plazo de la Atto es medir los impactos de las variaciones climatológicas globales en los bosques de tierra firme de la Amazonía a través del estudio de la interacción de la vegetación con la atmósfera.
Según el Gobierno brasileño, la torre permitirá obtener un conocimiento inédito sobre el papel del ecosistema amazónico en el contexto de cambios climáticos globales.
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