Y es que fue precisamente en estas aguas donde inició el fervor mariano por la virgen de la Chinita, la que vino entre las aguas en una tablita, y que ha trascendido las fronteras venezolanas para proyectarse como una de las celebraciones religiosas más importantes del mundo. Este 2014 una vez más el pueblo zuliano evoca el amor por su patrona y movilizará –al ritmo de la gaita a todos aquellos que se desplegarán a lo largo y ancho de la región zuliana para celebrar el fervor por la virgen morena.

 

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En cada hogar zuliano la devoción por la Virgen de la Chiquinquirá se acrecienta en la víspera de cada 18 de noviembre, día en el cual, literalmente, todas las miradas se vuelven hacia “la Chinita” y es a través de múltiples celebraciones que los alegres zulianos demuestran su devoción por su querida virgencita.

Los eternos amaneceres gaiteros, las grandes reuniones familiares, la bajada de la virgen, las múltiples manifestaciones artísticas y el paseo por los iconos representativos de la Tierra del Sol Amada, son algunas de las actividades en las que participan propios y visitantes durante estos días.

La hermosa Basílica de Nuestra Señora de la Chiquinquirá, el emblemático puente sobre el lago bautizado como “Rafael Urdaneta”, el tradicional Casco Histórico de Maracaibo, el fresco Paseo del Lago y la emocionante población de Santa Lucía, son algunos de los puntos principales que los turistas visitan para compartir en familia y hacer sus inolvidables fotografías.

Y es que no todos los turistas están acostumbrados a visitar una ciudad tan vibrante y alegre como la incesante “Tierra del Sol Amada”. Por ello, desde que llegan, la gaita, canto que eleva el sentir del pueblo zuliano, se escucha en todas las esquinas y denotan el amor por una tierra que nació del son y del ritmo caribeño. La Chinita es, en su mayoría, la protagonista de todas estas melodías, que renuevan la alegría por la fe mariana y por la emocionante época navideña.

El 18 de noviembre, evocando aquel 18 de noviembre de 1709, cuando la humilde mujer encontró a la virgen en su tablita, todo el pueblo sale a las calles a cantarle con alegría y amor a la virgen. Al aproximarse la noche, en las inmediaciones de la plazoleta de la Basílica Nuestra Señora de la Chiquinquirá, todos se concentrarán para la celebración de la misa y la serenata a la virgen morena, como también se le llama cariñosamente.

En este punto de mayor exaltación, el pueblo entero renovará la fe por la Chinita, esa virgen que una vez llegó a orillas de las costas lacustres venezolanas para quedarse y vivir en la cultura de una región que vibra de alegría y emoción, no sólo cada 18 de noviembre, sino también los 365 días del año… Son 365 días de gaita, de orgullo zuliano y de amor por la patrona de todos: la Virgen de la Chiquinquirá.

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