La capital zuliana se vistió de júbilo y fervor mariano con el triunfal regreso de la Réplica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá a su Basílica, tras completar su tradicional procesión lacustre. La «Chinita», como es cariñosamente conocida, llevó su bendición a pescadores, pueblos indígenas y habitantes de las zonas costeras antes de ser escoltada de vuelta por sus custodios, los Servidores de María.
🔔 Recibimiento Oficial en Vísperas de la Fiesta Grande
La Imagen fue recibida con gaitas y una multitud de feligreses por las máximas autoridades regionales, incluyendo al gobernador Luis Caldera, el alcalde Giancarlo Di Martino, y el párroco rector de la Basílica, presbítero Nedward Andrade.
Este emotivo recibimiento se da a solo cuatro días de la celebración central del 18 de noviembre, fecha en la que se conmemoran los 316 años de su renovación milagrosa y los 83 años de su coronación canónica. Esta fiesta patronal es el evento de fe que congrega a la feligresía zuliana y más allá.
🤝 Mensaje de Fe, Esperanza y Compromiso Regional
El gobernador Luis Caldera destacó la atmósfera de la ciudad, señalando que «Maracaibo, el Zulia, respira aires de fe, de tradición, de esperanza, de alegría y de unidad en el retorno de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá».
El mandatario hizo un llamado a la unidad y la paz a nivel nacional, invitando a visitantes de otros estados a orar ante la Patrona en este año especial dedicado también a San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles.
«Renovamos nuestro compromiso en seguir trabajando por la paz, por el bien y por la unidad del Zulia. Le pedimos mucha paz para Venezuela, mucha unidad y que sigamos por senderos de justicia y de encuentro”, afirmó Caldera.
Tras la ceremonia de bienvenida, la Réplica fue trasladada en una solemne caravana de vuelta a la Basílica. En la procesión participaron las primeras damas del Zulia y del municipio, Roselyn López de Caldera y Ana Clara Barboza de Di Martino, junto a la presidenta del Consejo Legislativo, Magdely Valbuena, diputados, concejales, autoridades militares y una ferviente comunidad de creyentes.
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