25 de Diciembre: El día más fatídico del año para el corazón
Los excesos de la temporada navideña tienen un coste para la salud que va mucho más allá del aumento de peso puntual. El verdadero impacto, según alertan los expertos en medicina consultados para el reportaje de Noticia al Día, se produce a nivel digestivo, metabólico y, de manera más crítica, cardiovascular. Las estadísticas y estudios científicos son contundentes: el 25 de diciembre es históricamente el día con mayor incidencia de muertes por ataques cardíacos en el año, seguido de cerca por el 26 de diciembre y el 1 de enero.
En Maracaibo, como en el resto del Zulia, la celebración de Nochebuena y Navidad se traduce en mesas rebosantes. Las hallacas, el pan de jamón, el pernil, asados, macarronadas, pasticho, ensaladas con abundante mayonesa y una variedad de bebidas alcohólicas y azucaradas son casi una obligación. A esto se suman los interminables aperitivos y los dulces tradicionales como tortas, galletas y bizcochos. Por muy humilde que sea la familia, rara vez falta la sopa de gallina, el mondongo o algún otro plato de la rica, pero a menudo grasienta, gastronomía zuliana.
La presión extrema de las fiestas sobre el organismo
Los especialistas alertan sobre los riesgos de una fiesta centrada en el consumo excesivo de alimentos y bebidas, una práctica que muchos marabinos adoptan en estos días navideños, según destaca el reportaje de Noticia al Día. Entre los riesgos más críticos que los médicos especialistas incluyen se destaca en primer lugar el llamado “pico de infartos”. Diversos estudios, incluidos los de la Asociación Americana del Corazón (AHA), confirman que la combinación de comidas pesadas, estrés emocional y, a menudo, la ingesta desmedida de alcohol, ejerce una presión extrema sobre el organismo en un periodo corto de tiempo.
Estudios científicos indican que el riesgo de sufrir un infarto puede aumentar hasta un 37% durante estas celebraciones. Uno de los factores agravantes es que muchas personas optan por ignorar síntomas de alerta, como el dolor de pecho o las molestias digestivas, para no «arruinar» las celebraciones o por la errónea creencia de que los centros de salud no operan con normalidad en Navidad.
Síndrome del corazón festivo y daño metabólico
Los excesos navideños no solo se manifiestan en problemas digestivos inmediatos (pesadez, gases, acidez), sino que desencadenan una sobrecarga metabólica. El abuso de grasas, azúcares y alcohol provoca picos de glucosa y obliga al hígado a trabajar de más.
Un fenómeno particularmente peligroso es el «síndrome del corazón festivo». Este se caracteriza por la aparición de arritmias o infartos debido al consumo excesivo de alcohol, que actúa como un irritante directo del músculo cardíaco. A esto se suma el exceso de sal y grasas en las cenas navideñas, lo que sobrecarga el sistema cardiovascular y puede causar picos de presión arterial peligrosos, advierten los especialistas citados.
El daño digestivo y hepático también es significativo: las comidas copiosas antes de dormir agravan el reflujo y la gastritis, y pueden dañar el hígado y el estómago «sin avisar». Además, el exceso de grasas y azúcares eleva el riesgo de padecer pancreatitis aguda o crisis en la vesícula biliar. A largo plazo, los «excesos navideños» pueden aumentar los niveles de colesterol hasta un 10% tras las fiestas, y los picos de glucosa son una amenaza latente para las personas con diabetes.
Recomendaciones para un disfrute saludable
Para mitigar riesgos y disfrutar de las fiestas sin poner en peligro la salud, las autoridades sanitarias y los especialistas consultados por Noticia al Día recomiendan encarecidamente:
Moderar las porciones: Servir raciones más pequeñas, especialmente de alimentos grasosos.
Priorizar la hidratación: Beber abundante agua en lugar de bebidas azucaradas o alcohol.
Cocciones ligeras: Siempre que sea posible, elegir preparaciones al horno o al vapor.
Días «libres»: Consumir más frutas, verduras y caldos ligeros los días que no hay celebraciones principales.
Mantener la medicación: No interrumpir bajo ningún concepto las medicaciones habituales.
Evitar el exceso: Moderar el consumo de tabaco y alcohol, ya que actúan como detonantes.
La Navidad debe ser una época de alegría y unión familiar, no una causa de emergencia médica. La moderación es la clave para garantizar que la salud sea el mejor regalo de estas fiestas.
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