
La ciudad de Maracaibo se transformó en un epicentro de júbilo y fervor regional este miércoles 10 de diciembre, al acoger el regreso triunfal de Valeria Di Martino, Miss Internacional, al Aeropuerto Internacional La Chinita. La emoción desbordó el terminal aéreo, donde una multitud impaciente de admiradores, amigos, y familiares se congregó para rendir homenaje a la reina de belleza zuliana.
El recibimiento fue una auténtica celebración de la cultura regional. La vibrante gaita zuliana, a cargo del aclamado grupo Gotopo Gaita y Show, resonó con clásicos como «Cuando voy a Maracaibo» y «El Ferry». La actuación culminó con el emotivo tema «La Elegida», cuyo título se sintió un eco perfecto del momento. La contagiosa energía de la gaita se fusionó con los ritmos caribeños de los tambores de Rumba Sabor y Congas, creando un ambiente festivo que el grupo de baile Camerino Company acompañó con destreza.
Entre la multitud, el amor y el apoyo eran palpables. Amigos de colegio esperaban a Valeria con pancartas creativas, flores y banderas, mientras sus familiares, visiblemente conmovidos, no ocultaban su profundo orgullo. Un momento de particular significado fue la presencia de niños de la Fundación Amigos del Niño con Cáncer (Fundanica) y la Fundación Compañeros de Batalla, organizaciones a las que la Miss Internacional dedica su esfuerzo.
Tras una ausencia de casi tres meses, un periodo que, en sus propias palabras, sintió como «demasiado tiempo», Di Martino expresó la inmensa alegría de volver a su hogar. Compartió el contraste emocional entre la soledad de un apartamento en Caracas y la vida plena de su numeroso núcleo familiar en Maracaibo, que incluye a su abuela, tía, hermana, madre, cinco gatos y dos perros. «El regreso al Zulia me ha devuelto la felicidad de compartir con mis seres queridos y con todas las personas que me apoyaron», afirmó conmovida.
Valeria agradeció a todos quienes la han acompañado en este «viaje tan bello» y destacó la importancia de visitar a la patrona regional, la Virgen de la Chinita. Su agenda en la ciudad es intensa, un «viaje relámpago» debido a compromisos pendientes en Caracas.
En sus primeras declaraciones a la prensa, la embajadora de belleza reflexionó sobre el desafío de representar a Venezuela a nivel global. «Es un reto bastante grande porque Venezuela se distingue por sus mujeres hermosas y además de eso inteligentes. Poder llevar el nombre de Venezuela en alto es el mayor de los retos», declaró. Sobre el privilegio de lucir su corona de Miss Internacional en su tierra, manifestó: «Me siento afortunada y feliz, le doy gracias a la Organización Miss Venezuela por permitirme venir hasta mi estado y darle las gracias a todas las personas que estuvieron conmigo… sé que mi estado no me va a desamparar en ningún momento de este viaje tan bello».
La Miss Internacional hizo hincapié en la preparación que está recibiendo. «Sé que con la preparación que me va a brindar el Miss Venezuela y además de eso con mis capacidades voy a poder representar el nombre de Venezuela como es debido. Y además de eso poder traerme esa décima corona a mi país», sentenció con determinación.Acompañada de su chaperona y parte de la organización Miss Venezuela, su apretada agenda para el día incluye una visita a la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia (LUZ), su alma mater, donde participará en el tradicional parrandón navideño. Posteriormente, la Miss Internacional tiene un compromiso ineludible en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá para cumplir una promesa.
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