
Los Caribes de Anzoátegui aseguraron una crucial victoria el pasado miércoles, cerrando su serie contra los Bravos de Margarita con un triunfo que transformó un cerrado duelo de pitcheo en una explosión ofensiva en el último tercio del juego. Y en el centro de esta detonación de hits y carreras, brilló un nombre propio: Antonio Piñero.
El campocorto oriundo de Bejuma tuvo una noche memorable, yendo de 5-2 con un tope personal en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) de cuatro carreras impulsadas (CI). Su actuación fue coronada en el séptimo inning con un decisivo doblete ante el relevista Carlos Navas, un batazo que trajo la carrera del empate e inició el rally que sellaría la victoria.
La calma en el plato y el enfoque ofensivo
Piñero, de 26 años, describió la intensidad de ese momento crucial: «Mi mente estaba un poco acelerada, pero mantuve la calma y traté de respirar profundo para poder concentrarme en ese turno en el que gracias a Dios salió el batazo», explicó el shortstop en entrevista con Ricardo Gibbon de 1 Baseball Network.
Más allá del resultado, el jugador ha puesto un enfoque táctico en su desarrollo como bateador. Piñero destacó que trabajó en ajustar sus conexiones hacia la banda contraria, una habilidad que considera «primordial» y que aumenta significativamente el valor de cualquier bateador. Curiosamente, aunque ha conectado hits a todo el campo, su doble del miércoles, que fue su quinto biangular de la temporada, se convirtió en su primer extrabase del año impulsado precisamente hacia su banda opuesta.
La Química del Dugout Impulsa el Rally
La ofensiva de Caribes permaneció silente hasta el último tercio, cuando fabricó sus ocho carreras del compromiso. Piñero enfatizó que la clave de esa repentina explosión reside en la buena química que reina en el dugout. El pelotero confía en que esta energía se mantenga y que el cuerpo de pitcheo pueda dar el soporte necesario para que la ofensiva continúe haciendo su trabajo.
Las estadísticas respaldan el valor de Piñero para el equipo.
Actualmente, el campocorto es una pieza fundamental de la alineación aborigen, ubicándose como el segundo mejor bateador calificado de Caribes en promedio, con un sólido .342, y el cuarto en OPS (.820).
Su aporte va más allá de los hits. Con seis carreras producidas hasta la fecha, Piñero lidera al equipo en anotadas (15), además de ostentar un alto BABIP de .491, reflejo de la calidad de sus contactos, y un valor de 28.72 carreras creadas, demostrando que cada vez que llega al plato, el equipo tiene una alta probabilidad de sumar.



