Caracas no quiere comiquitas en el partido de vuelta de la final de Copa Venezuela. La gerencia sabe la importancia del compromiso, por la instancia y el rival, y la seguridad en este segundo clásico que albergará el Olímpico en el semestre será reforzada. Ricardo Padrón, gerente del conjunto avileño informó que “alrededor de 750 personas participarán en el operativo”, entre efectivos de la PNB y la seguridad privada contratada por el equipo.
Asimismo, está garantizado que Caracas permitirá el acceso de la barra visitante al estadio Olímpico, así como lo hizo el 24 de noviembre, asignándoles el sector norte de la grada y con una zona de distensión para separar a las aficiones.
Hasta ayer, la dirigencia aurinegra no tenía un estimado de cuántas personas viajarían desde suelo tachirense para esta final, pero sí se confirmó que habrá una expedición.
El partido está pautado para las 3:30 de la tarde, por los problemas de alumbrado del Olímpico y el operativo que cuadró Caracas contempla que el estadio sea tomado desde hoy y mañana desde tempranito se desplegará todo el dispositivo de seguridad. Las puertas del estadio se abrirán a las 12:30 de la tarde y la hinchada visitante será esperada y tendrá un filtro especial.
Mañana las taquillas del estadio se abrirán a las 10:00 de la mañana y quienes asistan deben considerar, para el momento de su salida, que en horas de la noche se jugará un Magallanes-La Guaira, en el estadio Universitario, lo cual puede implicar una importante concentración de aficionados en los alrededores de la Ciudad Universitaria. En principio, este compromiso se jugaría hoy, cuando el calendario de la LVBP asoma un Magallanes-Caracas. Poco después de conocerse los dos equipos que estarían en la final de Copa, el duelo de vuelta fue movido de fecha.
En la ida, el operativo de seguridad del Caracas aprobó con buena nota, tanto por lo visto en las afueras del estadio, como al interior, donde un conato de alboroto en la norte se controló con rapidez.
Vía Líder en Deportes