
La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) ha emitido un comunicado oficial confirmando la suspensión y posterior reprogramación del esperado encuentro clasificatorio entre las selecciones nacionales de Venezuela y Colombia, originalmente pautado para celebrarse en el gimnasio José Joaquín “Papá” Carrillo, ubicado en el Parque Miranda, Caracas.
La decisión, que impacta directamente el calendario de las eliminatorias rumbo a torneos internacionales, se fundamenta en la compleja situación geopolítica que atraviesa la región. Según lo expresado por el organismo rector del baloncesto mundial, este escenario impide, en la actualidad, garantizar las condiciones óptimas de seguridad y logística necesarias para la celebración de un evento deportivo de esta magnitud, involucrando a delegaciones de dos naciones con sensibilidad en su contexto binacional.
Prioridad: integridad y garantías deportivas
FIBA ha sido enfática al señalar que la medida busca, ante todo, preservar la integridad física de los jugadores, cuerpos técnicos y el público aficionado, quienes merecen un ambiente totalmente seguro para el desarrollo de la competencia. El organismo internacional subraya su compromiso de mantener la calidad y la equidad deportiva, asegurando que el partido se dispute en un contexto libre de preocupaciones externas.
Reprogramación y esfuerzos de coordinación
El partido, considerado un clásico regional, ha sido recalendarizado tentativamente para el mes de julio de 2026. Si bien la fecha y la sede específica aún están pendientes de definición oficial, FIBA ha asegurado que mantiene un trabajo de coordinación constante y estrecho con la Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) y la Federación Colombiana de Baloncesto (FCB). Este esfuerzo conjunto tiene como meta encontrar una ventana y un lugar adecuados que brinden todas las garantías necesarias para un espectáculo de alto nivel.
La suspensión genera un ajuste logístico y de planificación para ambos equipos, quienes deberán reenfocar sus estrategias de preparación. No obstante, la pausa permite a las federaciones locales y a FIBA monitorear la evolución de la situación regional, buscando el momento más oportuno para reanudar la ruta clasificatoria con la máxima estabilidad.
El comunicado concluye con un llamado a la comprensión de los aficionados, reiterando que la salud y seguridad de todos los participantes es la principal preocupación en la toma de esta difícil, pero necesaria, determinación. El duelo Venezuela-Colombia sigue siendo una pieza clave en la carrera por un cupo internacional y su realización se efectuará tan pronto como las condiciones lo permitan.
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