Conozca las principales fortalezas de Rubén Limardo Gascón en Londres
La diferencia de estatura era notable. Diecinueve centímetros. El noruego Bartosz Piasecky (1,96 metros) tenía ese hándicap a su favor, pero ayer el venezolano Rubén Limardo tenía la certeza de acabar con 44 años de sequía de medallas de oro para Venezuela.
El combate se inclinó a su favor desde el segundo punto. El manejo de la zurda fue su mejor arma. Rubén comenzó a usar ese brazo tras una fractura en su diestra a los 12 años. Abandonó el florete y apostó por la espada. Todo por una estrepitosa caída en patineta.
Quiso Dios que así fuera. El escandinavo se vio impotente. Fue mucho menos complicado que el estadounidense Seth Kelsey, a quien tuvo que vencer en muerte súbita con un golpe lanzado, veloz movimiento que quedará grabado en las retinas de una nación marcada por el júbilo. Venezuela entera lo celebra hoy. Su espada nos llena de gloria.
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Diario La Verdad / Carlos Moreno