Los suplentes del Real Madrid aliviaron el dolor de la derrota ante el Wolfsburgo y, dirigidos por un gran Cristiano Ronaldo, golearon al Eibar 4-0 para mostrar el camino hacia la remontada que tiene que afrontar el conjunto blanco, el próximo martes, frente al conjunto alemán,
Cristiano completó uno de esos partidos en los que decidió no llenarse de balón para jugar con más generosidad que amor propio. El jugador portugués dio un par de asistencias de gol y marcó otro.
Keylor Navas, Danilo, Ramos, Marcelo, Kroos, Modric, Bale y Benzema se quedaron fuera y vieron el partido en la grada o en el banquillo. Solo repitieron Pepe, Casemiro y Cristiano, que tenían la tarea de engrasar a otros jugadores que necesitaban reivindicarse. Por encima de todos, en esa situación se encontraban Isco, Carvajal y James Rodríguez.
Muy pronto marcaron James y Lucas Vázquez para romper el partido y, el tercer tanto, en el minuto 20, premió a Cristiano en una jugada iniciada con un gran pase de Carvajal a Jesé, que asistió al luso para que marcara su diana número treinta en Liga. Su presencia en el campo se justificaba por la lucha que mantiene con Higuain y Jonas por la Bota de Oro. El luso, cumplió.
Después, cerró su exhibición devolviendo a Jesé la asistencia. A cinco minutos del final del primer acto, el canterano madridista recibió su premio y se apuntó a la fiesta con la que se cerró una buena primera parte del Real Madrid.
Vía UN/www.diariorepublica.com