Serena Williams es la reina de París, una campeona maravillosa y que posa orgullosa con la corona. Se la arrebata a Maria Sharapova, que defendía título, y confirma que en el tenis femenino ella es la que manda, ella es la dueña. Gana por 6-4 y 6-4 y suma su segunda tarde gloria en Roland Garros, un título que logró en 2004. Es su décimosexto Grand Slam. Serena es una bestia.
Compite con todo a su favor en la final. En el tenis femenino, nadie es más que la norteamericana siempre y cuando ésta quiera jugar. Es la número uno sin discusión alguna y completa un 2013 fantástico, pues ya lleva seis títulos y 31 partidos sin conocer la derrota.
Su última victoria, sellada con un saque directo en una hora y 46 minutos, vale un título de Roland Garros, el grande que más se le ha resistido siempre. El año pasado, en la misma pista, perdió de forma sonora en primera ronda ante Razzano y se desquita con este triunfo de raza, demasiado superior a Sharapova y a cualquier otra rival.
Y eso que la rusa empezó bien, con rotura y consolidación. Se puso 2-0, pero una vez Serena escupió el miedo escénico pasó a dominar claramente la situación. Tiene mucho músculo y cada golpe era una tormenta para Sharapova, que encima pierde el número dos del mundo ya que defendía título. Le supera Victoria Azarenka.
Serena, con 31 años y 247 día, es la más veterana en ganar en Roland Garros en la era profesional. Se aferró a la estadística, que le ayudaba ya que iba 13-2 arriba con Sharapova. De hecho, la última derrota de la menor de las Williams ante su enemiga fue en 2004. Desde entonces, ha sumado ya trece triunfos consecutivos.
Seguirá en la cima, seguirá hasta cuando quiera. En el segundo set, mantuvo la misma inercia ganadora y siempre intimidó al resto. Rompió el saque de la rusa y le bastó para llegar hasta la meta después de dos semanas de dominio en París. Manda Serena sin que le importe la edad.
Además del logro deportivo, Serena se lleva un millón y medio de dólares como premio por haber ganado el segundo Grand Slam del año en el tenis mundial.
Vía ABC