Las empresas zulianas trabajan a pérdidas durante la cuarentena. Esta es la conclusión del más reciente informe de la Cámara de Comercio de Maracaibo (CCM) que advierte que la situación se agrava a medida que avanza el confinamiento por la Covid-19.
La Cámara afirmó que muchas compañías luchan por mantenerse abiertas, «ya sea por la necesidad de mantener abastecido el mercado de productos y servicios de primera necesidad, o por la responsabilidad que conlleva el continuar pagando los salarios y beneficios a sus trabajadores de los cuales dependen tantas familias venezolanas. Todos aguantando y esperando a que la situación económica-social cambie para mejor, una vez superada la crisis sanitaria. Pero toda esperanza tiene un límite».
Alertó que «a medida que pasa el tiempo, las condiciones se agravan y con ello, disminuye el margen de maniobra de las empresas para mantener sus operaciones».
En el informe, la CCM ejemplificó con el caso de una zapatería con 24 años continuos de trabajo y que funciona en un centro comercial de Maracaibo. Reservándose el nombre del negocio de calzado, dio a conocer los datos contables del mismo correspondientes a febrero pasado, reflejando sus pérdidas en cuarentena.
Antes del confinamiento, la referida zapatería vendía un promedio de 250 zapatos al mes. Dada su ubicación en un centro comercial cerrado tipo Mall, y por ser considerado un rubro no esencial en medio de la pandemia, tuvo que cerrar durante seis meses continuos hasta septiembre del año pasado, cuando se les autoriza abrir parcialmente. «Entre poder trabajar y cerrar de acuerdo a si la semana es restringida o flexible, las ventas se han desplomado».
El negocio se reinventó ofreciendo sus productos por Internet y en las redes sociales. A pesar de esta estrategia, en los últimos meses venden alrededor de 70 zapatos al mes, es decir, 80% del promedio de ventas que tenían antes de la cuarentena.
Sumado a la experiencia de otras empresas encuestadas, se obtuvo una «conclusión demoledora: Las empresas zulianas que aún operan, están perdiendo dinero», dice el comunicado de la CCM.
El estudio refleja que los empresarios se ven obligados todos los meses a posponer pagos, usar sus ahorros para mantener los negocios abiertos o cerrar.
En el caso de la zapatería, tuvieron 2.112,07 dólares de ingresos brutos al mes con la venta de los 70 zapatos. De estos ingresos, 1.241,90 dólares se fueron en la reposición del inventario, 133,31 en impuestos, servicios municipales, bomberos y debito bancario; 400 dólares en alquiler, 300 dólares en el pago a cinco vendedores, 50 dólares por el pago de transporte a los cinco trabajadores, 150 dólares el flete para la mercancía; 120 dólares por condominio, todo esto sumado a otros pagos hace un total de egresos de 2.772,31 dólares, es decir, 660,24 dólares más que el monto de ingreso, lo que significa pérdida.
«Ante este panorama, ¿Cómo repone una empresa en esta situación un activo dañado? Tiene dos opciones: Usar los ahorros para repararlo o dejar el activo dañado. Cada vez más vemos como se impone la segunda opción. Recordemos que ya no podemos acudir al banco para buscar financiamiento», resaltó la Cámara de Comercio.
Subrayó que ha mantenido reuniones productivas con la Alcaldía de Maracaibo, pero hasta el momento «resulta insuficiente, ya que el entorno operativo, no permite obtener los ingresos suficientes requeridos para la operatividad diaria y por ende, los fondos e inversiones que garanticen la continuidad del negocio. Anhelamos continuar con dichas reuniones que solo buscan generar soluciones a los problemas de nuestra región».
Instaron a los distintos niveles de gobierno a atender de manera especial la situación de las empresas durante la pandemia, ya que están trabajando «a media máquina, sin apalancamiento financiero, con horarios de trabajo limitados y en medio de una crisis económica tremenda».
«Si no somos capaces de cambiar el rumbo, nos enfrentamos a un futuro desolador, donde las empresas que hoy tratan de sobrevivir, tendrán que cerrar sus puertas de manera definitiva o pasar a la informalidad en medio de una economía precaria. Si esto sucede, surge la pregunta: ¿Quién es el responsable?», finalizó la cámara en su informe.
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Via Nota Prensa/Diario Republica