
El alcalde de Maracaibo, Gian Carlo Di Martino, ha completado sus primeros 100 días al frente de la municipalidad. Sin embargo, al preguntarle sobre el balance, su respuesta no es de festejo, sino de urgente compromiso: “La ciudad está muy destruida todavía y la angustia que tenemos es de seguir adelante y seguir dando una respuesta mayor. Nos falta mucho”, confiesa Di Martino, con la mira puesta en la anhelada transformación de Maracaibo.
Pero el ritmo incesante de la gestión tiene una testigo de excepción y colega cercana: su hija, Ana Di Martino, Directora de Medios Digitales del ayuntamiento. Ella no solo acompaña la rutina oficial, sino que también documenta el lado humano del mandatario en redes sociales, revelando el motor que impulsa esta gestión.
Un Alcalde sin horario ni reposo
Ana Di Martino es categórica: el alcalde Di Martino “nunca descansa”. Su jornada laboral es una maratón sin pausas, incluso cuando está en casa.
“Nunca lo vas a ver sentado, relajándose. Puede ser que esté en una llamada o respondiendo los mensajes. Tiene más de 20 mil mensajes, sin exagerar, en WhatsApp y a todos los que puede les responde. Se toma el tiempo de enviar audio, de poder resolver. Si no, está en la calle,” relata Ana.
Este compromiso lo mantiene activo en la calle, verificando el funcionamiento de los semáforos, supervisando la recolección de basura, y atendiendo los problemas personalmente. Su día finaliza entre las 3:00 y las 4:00 de la madrugada, solo para comenzar de nuevo entre las 6:00 y 7:00 de la mañana. “Cuando llueve, no duerme, le da corrido a todos los reportes que llegan”, aclara la Directora.
Di Martino subraya que no es un esfuerzo solitario, sino un engranaje de “equipos supereficientes” que trabajan bajo la misma mística. Para la joven directiva, esta combinación de trabajo constante, eficiencia, y profundo amor por la ciudad es lo que ya está generando los primeros resultados tangibles en las calles.
El regreso inesperado y el amor por la ciudad
La dedicación del alcalde tiene raíces en una pasión que lo trajo de vuelta a la primera magistratura de la capital zuliana. Ana Di Martino confiesa que el regreso fue una sorpresa familiar.
“Mi papá nos hizo una videollamada para decirnos que lo llamó el Gobernador para que lo apoyara en su campaña. Eran quince días los que se tenía que quedar… y así empezó el tema de la campaña,” recuerda.
Hoy, la hija del alcalde no tiene arrepentimiento por el apoyo brindado. “Siento que mi papá es el mejor candidato y el mejor alcalde. Lo está haciendo excelente y lo admiro. Me siento demasiado orgullosa,” afirma con convicción.
A pesar del ritmo agotador, Ana asegura que no siente cansancio. “El cansancio es mental,” explica, alineándose con la filosofía de su padre y toda la familia, quienes están inmersos en el rescate de Maracaibo. “¿Sabes lo que pasa con este Alcalde? Que ama su ciudad. Ama Maracaibo. Y lo hace con todo el amor y todo el corazón. Por eso el cansancio no existe. Cuando haces algo con pasión, no hay obstáculos que te limiten.”
Consolidar y concientizar
El Alcalde Di Martino considera que lo logrado es “bueno”, pero insiste en que es fundamental consolidar las acciones, como la próxima llegada de los 120 camiones compactadores necesarios para la ciudad. Sin embargo, su llamado final no es solo para su equipo, sino para cada ciudadano.
“No hacemos nada con recoger basura y después pasa un carrito y te tiran la basura… La conciencia del ciudadano es muy importante. Ese es un trabajo también que no podemos dejar de tener,” concluye el Alcalde, evidenciando que la transformación de Maracaibo requiere la misma pasión y consciencia que él y su equipo le dedican cada día, es lo que se desprende de un reporte realizado por Foco Informativo.
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