El año 2023 dejó el eco de los gritos de miles de pensionados y trabajadores del sector público que durante meses han salido a las calles a pedir mejoras salariales de frente a una crisis arrolladora en la economía del país. Los gritos se ahogaron, se los llevó el viejo año y no hubo mejoras.
Fueron incontables protestas pacíficas llenas de reclamos por una remuneración que les permitiera subsistir. Solicitudes que al parecer, no fueron escuchadas. “Fuimos al Ministerio de Trabajo, fuimos a la Fiscalía, a la Defensoría del pueblo, a la Dirección del Seguro Social y nunca recibimos una respuesta”, explicó Carlos Petit, representante de la Federación de trabajadores del Zulia (Fetrazulia) y miembro del Bloque de defensa de los derechos humanos de los pensionados del Zulia.
Enfermeros, maestros, pensionados, jubilados y profesionales de distintas áreas hoy arrastran 653 días de devaluación de su salario establecido en 130 bolívares, una remuneración que al cambio en dólares equivale a $3,62, cuando el precio de un kilo de carne sobrepasa los $5.
“Para nosotros este año ha sido trágico, con una situación de sobrevivencia en la cual, ganar $3 mensuales no es suficiente para que alguien pueda subsistir. Ni puede comer, ni puede comprar medicamentos con esa cantidad”.
El líder sindical resaltó que en Maracaibo hay más de 800 mil jubilados y pensionados que reciben estos montos. En total, casi un millón de adultos mayores tienen que “rebuscarse” para poder cubrir su alimentación.
Veinte mil maestros sin sueldo digno
La situación no ha sido muy diferente para los maestros, quienes, pueden recibir desde el salario mínimo hasta un máximo de $15 o $20 dólares mensuales, mientras que la canasta básica alimentaria supera los $500, según Cendas-FVM.
“Estamos cerrando el 2023 con una gran decepción para los educadores. En promedio se gana $20 al mes, te podrás imaginar qué representa eso para la familia de un educador, ¡Nada! Somos padres y madres de familia, familias a las cuales tenemos que rendirles una calidad de vida y no podemos”, denunció Rafael Rincón, presidente del Colegio de licenciados en educación de Venezuela, seccional Zulia y secretario de la Coalición Sindical Magisterial del Zulia.
Este gremio tuvo un gran protagonismo en las protestas por aumento de sueldo, debido a que, a inicios de enero 2023, fueron ellos quienes se alzaron y decretaron que no regresarían a las aulas hasta que hubiese una respuesta manifestada en sus bolsillos. Pese a sus gritos, sus cartas y solicitudes, el ciclo parece reiniciarse con la vuelta a clases en este 2024.
En total, son cuatro mil educadores activos y 16 mil jubilados los que viven el mismo dolor de cabeza por ingresos insuficientes, expuso Rincón, quien aseguró que está en peligro la generación de relevo para los docentes debido a las adversidades que distan de un futuro digno para los profesionales.
“Muchos educadores han migrado a otros países o a otras profesiones porque no les da el sueldo. Muchas maestras trabajando desde su casa como peluqueras o haciendo uñas generan más de lo que les pagan en la escuela. No aguantamos más esta situación”.
¿Qué pasará en el 2024?
Carlos Petit, representante del Bloque de defensa de los derechos humanos de los pensionados del estado petrolero aseguró que en el 2024 los trabajadores y pensionados necesitan “sí o sí” un cambio. “Viene un año electoral y el Presidente sabe que no tiene oportunidad si no aumenta el sueldo”, aseguró.
Sostuvo que “hay un rechazo profundo” hacia el oficialismo por la dura crisis que ha pasado gran parte del sector obrero desde mayo 2022 en adelante.
“Si no hay un anuncio satisfactorio a partir del 9 de enero va a ser muy explosiva la situación laboral en Venezuela”, aseveró Petit, quien recalcó que las exigencias continuarán haciéndose oír hasta que exista un salario que les permita cubrir sus necesidades básicas.
Sin embargo, el 2024 también podría convertirse en una réplica del decreto de 2023, con un incremento en el bono de alimentación para trabajadores y “bono contra la guerra económica” para los jubilados y pensionados. El economista y profesor universitario Pablo Polo asegura que este podría ser uno de los escenarios que viva el país en los próximos meses.
“Es posible que este año electoral veamos el otorgamiento de bonos únicos a los trabajadores por cantidades de cierta significancia, el salario mínimo posiblemente se ajuste pero continuará fuertemente rezagado como ha sido en los últimos años”.
El especialista estima que, debido a la falta de ingresos en el Gobierno nacional y el temor por incrementar unas prestaciones y jubilaciones, “el salario mínimo posiblemente se ajuste a unos $10 al cambio del momento”.
“Puede que den unos bonos adicionales a los existentes en mayo y en el último trimestre del año. Sobre el monto si no me atrevo a dar uno, pero asumo que será algo entre 50 y $100 al cambio como bono único”.
Mientras tanto, la espera es cada vez más desafortunada para los venezolanos, quienes, se han visto en la necesidad de abandonar sus profesiones para buscar oficios o emprendimientos que les permitan generar un mayor ingreso. “Hemos sido unos guerreros”, afirmó Rincón, representante del Colegio de licenciados en Educación seccional Zulia.
Vía vf/www.diariorepublica.com
