
Una oleada de fervor y orgullo nacional inundó la Plaza de San Pedro este domingo, donde miles de venezolanos se congregaron para presenciar la histórica canonización de sus dos primeros santos universales: el Dr. José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Elena Rendiles.
La plaza estuvo abarrotada con más de 55.000 personas, la gran mayoría portando banderas y camisetas con las imágenes de Hernández y Rendiles. La atmósfera reflejaba décadas de profunda devoción popular.
“José Gregorio Hernández ha sido nuestro santo favorito desde niños. Nuestras abuelitas nos enseñaron a venerarlo, a creer en él, a pedirle a él”, relató a EFE Hortensia, una de las devotas que viajó desde Caracas para asistir a la misa solemne.
José Gregorio Hernández (1864-1919), conocido cariñosamente como el “médico de los pobres”, vio su beatificación en 2021 tras el milagro de la recuperación de la niña Yaxury Solórzano. Su canonización es la culminación de una fe que lo ha considerado «el santo de todos los venezolanos» desde hace décadas.
Por su parte, la Madre Carmen Rendiles (1903-1977), religiosa dedicada a la educación y fundadora de las Siervas de Jesús, ha visto su legado de humildad y servicio ser reconocido por la Iglesia Universal. Para muchos, su figura inspira un cambio profundo. “Para Venezuela, espero que nos traigan paz, que se acabe el odio y que llegue gente nueva,” añadió Hortensia.
Durante la misa, el Papa León XIV honró a ambas figuras, describiendo a Hernández como un “benefactor de la humanidad con un corazón encendido de devoción” y a Rendiles como una “carismática fundadora” dedicada a la educación y el servicio.
La proclamación de los dos primeros santos venezolanos ocurre en un momento de compleja crisis política, social y económica para el país, exacerbada por recientes tensiones geopolíticas en el Caribe.
Para muchos de los asistentes, la canonización representa una oportunidad de reflexión y esperanza. “Creo que ese es un momento oportuno para que los venezolanos volvamos a mirar hacia dentro y profundicemos en nuestra fe, en nuestras raíces y conciliemos la paz”, opinó Reinaldo Pérez.
La fe se mezcló con el clamor social en los días previos, cuando decenas de venezolanos se manifestaron en Roma bajo el lema “una canonización sin presos políticos”, utilizando el evento como una plataforma para exigir la liberación de detenidos políticos en el país.
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