
Oslo, Noruega – 10 de diciembre de 2025
En un desenlace lleno de drama político y determinación personal, la opositora venezolana María Corina Machado ha logrado aterrizar en Oslo, Noruega, hace apenas unas horas. Su vuelo arribó al Aeropuerto Oslo Gardermoen (OSL) a las 10:59 (UTC), marcando un hito después de que el Comité Noruego del Nobel le otorgara el Premio Nobel de la Paz de 2025 por su «lucha por la democracia en Venezuela».
La noticia de su llegada, sin embargo, se produce horas después de la ceremonia oficial de entrega del galardón, confirmando que Machado, a pesar de sus esfuerzos y del «extremo peligro» de su viaje (según palabras del Comité), no pudo llegar a tiempo para recibir el premio personalmente. En su lugar, el honor fue aceptado con emotividad por su hija, Ana Corina Sosa Machado, quien leyó el discurso de aceptación preparado por su madre, un poderoso mensaje dedicado al pueblo venezolano y a la causa de la libertad.
El hecho de que Machado haya sido galardonada y, no obstante, se haya visto obligada a faltar a la ceremonia subraya la naturaleza de su lucha. El Comité del Nobel la reconoció por su «valentía civil extraordinaria» y su trabajo por una «transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia». Su ausencia en el estrado resonó como una prueba viva de la su lucha: una dirigente por la paz impedida de aceptar su premio por las mismas fuerzas que la hacen merecedora de él, a pesar de la oposición de muchos sectores que no comparten su visión.
El arribo de Machado a Oslo transforma la capital noruega en el centro neurálgico de la diplomacia por la salida política de Venezuela. Su agenda, que se extiende más allá de la ceremonia, incluirá encuentros con líderes mundiales, parlamentarios y miembros de la prensa internacional. Su presencia física garantiza que el foco global se mantenga sobre la crisis venezolana y refuerza su movimiento.
La líder opositora ahora se prepara para asumir personalmente el papel de Nobel de la Paz, utilizando esta plataforma para amplificar las denuncias sobre la situación política y humanitaria en su país. La imagen de su hija recibiendo el premio y la llegada tardía de Machado se combinan para tejer una narrativa poderosa de sacrificio, resistencia y esperanza para el futuro de Venezuela.
Es de destacar que el gobierno venezolano considera este premio como una subasta al mejor postor, para contrarrestar su efecto en Venezuela, Maduro estuvo hoy en Caracas en la marcha conmemorativa de la Batalla de Santa Inés.
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