La presentación del proyecto de Ley de matrimonio civil igualitario en Venezuela ante la Asamblea Nacional (AN) propone una reivindicación social de la comunidad LGBTI pero también visibiliza un segmento de la población que resulta atractivo para algunas empresas de productos y servicios ligadas al sector del turismo, entretenimiento, restaurantes, moda y cosmética.
El mercado rosa o mercado gay es un sector en plena expansión en Estados Unidos y Europa y emergente en países latinoamericanos como Argentina y Colombia donde es legal la unión matrimonial entre homosexuales. En Venezuela, es un campo potencial pero aún no termina de «salir del clóset».
De acuerdo con una encuesta realizada durante la última semana de enero de 2013 a través de la web de Últimas Noticias, 56% de los usuarios prefiere que el matrimonio igualitario «no sea discutida en la AN».
Se trata de un mercado que mueve unos 700 mil millones de dólares al año en el mundo, según la Red de Educación Gay, Lesbiana y Heterosexual (GLSEN’s por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, publicado en el blog de la cadena internacional de hoteles Axel, especializada en atender a esta comunidad.
Al consumidor LGBT se le conoce en el campo de la mercadotecnia como Dink’s (double income, no kids, doble sueldo, sin niños) para referirse a un grupo poblacional con alto poder adquisitivo, sin descendencia (que implica gastos) y dispuesto a investir en estilo de vida: viajes, discotecas, restaurantes, boutiques y hoteles.
Según especialistas, se calcula que 10% de la población pertenece a la comunidad LGBT, con lo cual se proyecta que en Venezuela existirían unos 2,9 millones de clientes potenciales del Pink Market.
Vía Últimas Noticias