
La adopción de activos digitales en Venezuela ha dejado de ser una tendencia incipiente para convertirse en una realidad financiera vital. En este contexto de rápida transformación, la integración entre la banca tradicional y el dinámico ecosistema cripto–fintech, impulsada por actores clave como la empresa Conexus, está marcada para revolucionar la operatividad económica y el acceso a servicios esenciales para todos los venezolanos.
Así lo afirmó el activista y consultor financiero José Maldonado en una reciente entrevista. Su visión es clara: esta sinergia no es solo una opción, sino una necesidad estratégica que facilitará la modernización del sistema de pagos y la dinamización de las transacciones diarias.
»La integración acelerará la diversificación financiera y brindará una nueva capacidad de evolución económica y financiera tanto a las empresas como a las personas naturales en Venezuela,» destacó Maldonado, según reseñó la plataforma informativa Fe y Alegría. Esta convergencia permitirá superar muchas de las limitaciones operativas que históricamente ha enfrentado el sistema bancario local.
Venezuela, un gigante cripto por necesidad
Maldonado resaltó la prominencia de Venezuela en la escena regional de activos digitales, indicando que es actualmente la tercera economía cripto de Latinoamérica, superada solo por gigantes como México y Brasil en volumen de transacciones. Para dimensionar esta actividad, citó cifras significativas: entre el período de 2020 y 2025, se han movido cerca de 50.000 millones de dólares en transacciones de stablecoins y otras criptomonedas.
El experto profundizó en el motor de este crecimiento, explicando que su adopción en el país ocurrió de forma orgánica, impulsada principalmente «por necesidad». La inestabilidad económica y la hiperinflación histórica catapultaron a los criptoactivos estables (stablecoins) como un refugio de valor seguro y accesible.
»La gente encontró en las stablecoins una herramienta para proteger su capital, pagar servicios internacionales sin fricciones, mover capital de forma eficiente y, crucialmente, comenzar procesos de recapitalización y reindustrialización en actividades económicas locales,» explicó Maldonado. Este proceso ha sido fundamental para que pequeños y medianos empresarios mantengan a flote sus operaciones.
Impacto en el tejido empresarial y laboral
El activista financiero subrayó cómo esta adopción se ha extendido al tejido empresarial. Es cada vez más común observar negocios de todos los tamaños aceptando criptomonedas. El mecanismo es simple pero poderoso: al recibir pagos en estos activos digitales, los comercios tienen la capacidad de convertirlos rápidamente en dólares o utilizarlos para adquirir materias primas y bienes del exterior. Esta flexibilidad de liquidez es difícil de conseguir a través de los canales de divisas tradicionales en el país.
A juicio de Maldonado, el impacto de esta integración es profundamente positivo y multisectorial. Impacta directamente en el acceso a servicios, ofreciendo alternativas rápidas y a bajo costo; fomenta la creación de nuevos empleos en el sector fintech y tecnológico; y contribuye a una mayor estabilidad salarial, permitiendo a las empresas pagar de manera más predecible en monedas estables.
La colaboración entre la tecnología cripto y las instituciones bancarias tradicionales, ejemplificada por iniciativas como la de Conexus, está sentando las bases para una nueva era de inclusión financiera y resiliencia económica, posicionando a Venezuela a la vanguardia de la adopción de monedas digitales en la región.
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