
Representantes de fe oran por Venezuela en cena navideña con el Presidente
En un emotivo encuentro cargado de fervor y esperanza, el Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, y la Primera Dama, Cilia Flores, compartieron una cena navideña especial con una amplia representación de líderes y figuras religiosas del país en el Palacio de Miraflores. La ocasión, celebrada en la víspera de la Natividad, se convirtió en un escenario de profunda reflexión y de un clamor unánime por la paz, la unidad y la prosperidad de todos los venezolanos.
La velada estuvo marcada por intervenciones que resonaron con mensajes de fe y reconciliación. Uno de los momentos centrales fue la oración elevada por el reconocido sacerdote católico, el Padre Numa Molina. Con un tono de profunda humildad y devoción, el Padre Molina pidió la bendición divina para la nación, haciendo un énfasis especial en el significado del nacimiento de Jesús.
«Hoy yo quisiera pedir para Venezuela, para cada uno de los hogares y para cada uno de los corazones, (…) le pedimos a ese niño humilde, del pesebre, a ese niño que está ahí con papá y mamá, con María y José, que bendiga todos los hogares de Venezuela, a todas las familias de Venezuela y que hoy y siempre nunca falte el pan en la mesa del pobre y que nunca falte la palabra, la palabra de Dios, la oración que es tan importante», fue la emotiva súplica que resonó entre los asistentes, marcando un deseo de bienestar material y espiritual para el pueblo.
Tras la plegaria católica, el Pastor Cristiano Dan Suárez ofreció unas palabras de reflexión, ancladas en pasajes bíblicos que relatan la persecución que sufrió Jesús desde su nacimiento, en manos de Herodes. El Pastor Suárez utilizó esta referencia para hacer un llamado a la unidad frente a quienes, a su juicio, buscan desestabilizar la nación.
«Hay detractores de la paz, quienes no la quieren, quienes no la anhelan. Venezuela es un país de paz,» afirmó el representante cristiano, destacando la convicción de que la fe es un escudo contra la división. El Pastor Suárez prosiguió, citando una declaración previa del mandatario: «Usted Presidente ha declarado que nuestra Nación le pertenece a Jesucristo, el Hijo de Dios, así que este país le pertenece a Jesús y hoy celebramos su natividad, Presidente. Bendecimos a Venezuela, Dios bendiga a Venezuela.» Sus palabras subrayaron la idea de que la celebración de la Natividad es también un acto de reafirmación de la soberanía espiritual y nacional.
El Presidente Nicolás Maduro, visiblemente conmovido por las expresiones de fe y los buenos deseos, tomó la palabra para agradecer las oraciones elevadas en nombre del país. El jefe de Estado reiteró su compromiso inquebrantable con la ruta pacífica para la construcción del futuro de la República.
«Agradezco de corazón todas las oraciones que se han elevado hoy por la paz de nuestro país y por la felicidad de nuestro pueblo. Sé que la fe mueve montañas y que la oración tiene un poder inmenso,» declaró el Presidente Maduro. «Les aseguro que en Venezuela, por siempre, venceremos por el camino de la paz. Que Dios conceda la victoria a la paz, a la vida y a la prosperidad. Y les digo en esta hora especial: ¡Feliz Navidad a toda Venezuela!» Con esta emotiva exclamación, el primer mandatario despidió el encuentro navideño en la Casa de Pueblo, el Palacio de Miraflores, ratificando la importancia del diálogo y la fe como pilares para el desarrollo de la nación.
El evento no solo sirvió como una cena de fin de año, sino como una clara señal del llamado a la unión de todos los sectores de la vida nacional bajo el espíritu de la Navidad, con la paz como bandera principal. La presencia de diversas denominaciones religiosas en la sede de gobierno refleja un esfuerzo por consolidar un frente de valores que promueva el entendimiento y el bien común.
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