
El municipio Cocorote ha vuelto a demostrar que la unión comunitaria es su mayor fortaleza. En una jornada sin precedentes durante la Nochebuena, la localidad yaracuyana logró servir siete mil platos tradicionales, transformando sus calles en el comedor navideño más extenso y concurrido de la región.
Una avenida convertida en hogar
La Avenida Madre Teresa de Calcuta fue el escenario de este despliegue de fraternidad. Lo que normalmente es una arteria vial se convirtió en un salón de banquetes a cielo abierto, donde mesas alineadas y música festiva recibieron a familias de todos los sectores del municipio. El evento no solo buscaba alimentar, sino reconectar a la ciudadanía en un espacio común de celebración.
El motor detrás del evento: 150 voluntarios
El éxito de esta logística monumental recayó sobre los hombros de un equipo de 150 voluntarios. Desde la madrugada del 24 de diciembre, cocineras comunitarias, vecinos y personal logístico trabajaron engranados para garantizar que cada plato llegara caliente a las manos de los asistentes.
«Esta es una muestra de la cooperación que nos define como pueblo», comentaron algunos de los organizadores, resaltando que la preparación del banquete fue una tarea asumida con mística y alegría.
Hacia una tradición de mayor alcance
El gobernador del estado Yaracuy, Leonardo Intoci, estuvo presente en la jornada y calificó la iniciativa como un referente de impacto social. Ante el éxito de este año, la autoridad regional planteó la necesidad de elevar la escala para el 2026:
Impacto actual: 7.000 platos servidos.
Visión a futuro: Fortalecer la red logística para ampliar la convocatoria.
Propósito: Garantizar que ningún habitante de la zona se quede sin compartir la cena de Navidad.
Con este logro, Cocorote no solo celebra una cifra récord, sino que se posiciona como un modelo nacional de solidaridad y organización popular, reafirmando que la esencia de la Navidad venezolana reside en el compartir colectivo.
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