
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció con firmeza este jueves que el país petrolero se encuentra en la fase final para iniciar la exportación de gas natural hacia la República de Colombia. Este paso marca un hito significativo en la reactivación de la cooperación energética y económica binacional.
En declaraciones ofrecidas desde un evento de balance de las asambleas de base del Congreso Constituyente Obrero, el mandatario venezolano confirmó que toda la infraestructura y los preparativos logísticos están «listos» para el flujo de gas a través del gasoducto transfronterizo.
«La primera exportación de gas para Colombia está lista, está en la frontera esperando algunos elementos técnicos para que Venezuela empiece a vender gas a Colombia,» aseveró el presidente Maduro, destacando la inminencia del inicio de las operaciones comerciales.
Detalles técnicos y logísticos
Si bien el anuncio subraya la disposición inmediata del suministro venezolano, Maduro indicó que la activación total de la exportación está a la espera de «algunos elementos técnicos» del lado colombiano o acuerdos finales entre las empresas estatales de ambas naciones. Se presume que estos detalles involucran la verificación de la calidad del gas, la calibración de los puntos de medición y la finalización de los contratos de transporte y compraventa.
El gasoducto binacional Antonio Ricaurte, que conecta el Campo de Gas de Mariscal Sucre en Venezuela con la red de transporte de gas de Colombia, es la infraestructura clave que permitirá esta operación. Este gasoducto tiene una capacidad potencial de transportar hasta 500 millones de pies cúbicos diarios (MMPCD). La reactivación de este corredor energético ha sido un objetivo central en la normalización de las relaciones diplomáticas y comerciales entre Caracas y Bogotá, tras la llegada del presidente Gustavo Petro al poder en Colombia.
Impacto económico y regional
La venta de gas venezolano a Colombia representa un doble beneficio. Para Venezuela, significa una nueva fuente de ingresos en divisas y un paso crucial para diversificar sus exportaciones más allá del petróleo crudo. Para Colombia, la importación de gas venezolano podría ser una solución estratégica a corto y mediano plazo para enfrentar la escasez energética proyectada, que ha generado preocupación en el sector industrial y doméstico. La demanda interna de gas en Colombia ha estado en constante aumento, y esta importación aliviaría la presión sobre sus reservas.
Expertos en el sector energético sugieren que, una vez operativos, estos flujos de gas podrían estabilizar el mercado regional y fortalecer la integración de las infraestructuras de ambos países. El suministro iniciaría, según fuentes extraoficiales, con un volumen inicial moderado para luego escalar progresivamente.
El Gobierno venezolano ve este acuerdo no solo como un negocio, sino como un pilar para la nueva etapa de la Unión Suramericana (UNASUR) y un ejemplo de cooperación de ‘ganar-ganar’ en la región. Se espera que, en los próximos días, los ministerios de energía y las empresas estatales involucradas brinden un cronograma preciso sobre el día y la hora en que el gas natural comenzará a cruzar la frontera, sellando de manera formal este importante acuerdo energético.
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