
El mundo del entretenimiento sigue convulsionado tras las recientes declaraciones de Stephany Abasali, Miss Venezuela Universo 2024, quien denunció haber sido silenciada en su noche de despedida. Ante el aluvión de críticas hacia los animadores del certamen, Daniel Sarcos ha salido al paso para ofrecer una perspectiva técnica y profesional en defensa de su colega, Maite Delgado.
El rigor del guion frente a la improvisación
Desde el plató de «Hoy Día» en Telemundo, Sarcos fue enfático al explicar el funcionamiento de las grandes producciones en vivo. El experimentado presentador señaló que, en eventos de la magnitud del Miss Venezuela, el margen para salirse de lo establecido es prácticamente nulo.
«Los que hemos participado en televisión sabemos que el margen de improvisación es muy poco. Uno improvisa cuando algo sale mal; de lo contrario, hay un protocolo estricto: te paras aquí, saludas allá… De eso se trata», sentenció Sarcos.
Según el animador, Delgado actuó conforme a las instrucciones recibidas, asegurando que su impresión es que «no estaba escrito que ella produjera nada», desestimando así que la omisión fuera una decisión personal de la conductora.
La versión de Stephany Abasali: «Me rompieron el corazón»
La controversia cobró fuerza tras una entrevista de la reina de belleza con Rodner Figueroa, donde relató la angustia vivida tras bastidores. Abasali sostiene que, aunque inicialmente se le aseguró que sus palabras estaban en el teleprompter, minutos antes de salir a escena descubrió que había sido borrada del guion oficial.
Cronología de un desencuentro:
La alerta: Al consultar sobre su discurso, un miembro de producción le confirmó que no figuraba en la escaleta.
El intento: Ante la desesperación, la modelo intentó solicitar el micrófono directamente a los animadores en el escenario.
La negativa: Abasali relata que extendió la mano hacia José Andrés Padrón, quien no cedió el equipo, y que al buscar la mirada de Maite Delgado, esta continuó con el programa según lo previsto.
«Ahí se me quebró el corazón. No pude decir mis últimas palabras como Miss Venezuela», confesó la modelo, calificando la experiencia como «dolorosa», sumado al hecho de que ni siquiera recibió instrucciones claras sobre la entrega de la corona.
¿Error de producción o decisión deliberada?
Mientras Sarcos defiende la disciplina profesional de los animadores, el testimonio de Abasali apunta directamente a una falla —o intención— por parte de la organización del Miss Venezuela. El debate queda abierto sobre quién tiene la responsabilidad final cuando se le arrebata el micrófono a la soberana saliente en su momento cumbre.
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