Al despuntar el alba de este 25 de diciembre más de 30 fanáticos del ‘Cacique de La Junta’ estaban ahí, a pocos metros del féretro que es velado en cámara ardiente desde las 11 de la mañana del lunes 23 de diciembre.
“No hemos dormido y no vamos a dormir hasta que Diomedes no sea sepultado en los Jardines del Hecce Homo”, dijo Juan Camilo Ortiz, uno de los furibundos seguidores que amaneció en la plaza Alfonso López.
Horas más tarde, mientras se celebraba una eucaristía en la misma plaza, se efectuaba una reunión entre las autoridades municipales, los directivos de la Fundación Festival Vallenato y varios miembros de la dinastía López para definir una propuesta que nació en medio del dolor: realizar el próximo Festival Vallenato en honor a Diomedes Díaz, para lo cual se tendría que aplazar un año el reconocimiento que se había programado para los Hermanos López.
Una fuente confirmó que el propio Álvaro López, último acordeonista de Diomedes, había dado el visto bueno a esta iniciativa.
«Eso se definirá después del funeral y hay varias opciones a estudiar», le dijo a EL TIEMPO Juan Rincón, jefe de prensa del Festival Vallenato.
Mientras tanto, el dolor, el llanto y la música de Diomedes se mezclaban por toda Valledupar y sus alrededores.
La canción ‘Mensaje de Navidad’, compuesta por Rosendo Romero, sonaba casi que al unísono en los parlantes de los almacenes y de los vehículos que transitan por las calles céntrica de Valledupar.
Incluso, el sacerdote que oficiaba la misa por el eterno descanso de Diomedes recitó varios versos de la famosa canción.
Los vendedores ambulantes en la plaza Alfonso López se duplicaron con relación al lunes, sobre todo los que están ofreciendo fotografías, CD y memorias USB con la música completa del ‘Cacique de La Junta’.
Camisetas de varios colores con la imagen triunfal de Diomedes se están vendiendo a 15 mil pesos, mientras que los afiches del fallecido cantante junto a la virgen del Carmen se venden a diferentes precios, dependiendo el tamaño.
“Esta es una foto original de Diomedes, no es ninguna copia”, dijo Juan Caro, uno de los vendedores que estaba ofreciendo la ‘foto original’ por 20 mil pesos.
Encima de la tarima, donde reposa el ataúd del Cacique, se encontraban, de nuevo, los hijos y familiares más cercanos del cantautor guajiro.
Las emisoras de Valledupar no han parado de tocar su música, así como las entrevistas que dio.
En Radio Guatapurí, donde Diomedes trabajó como mensajero para poder ‘colarse’ con los locutores y mostrarles sus canciones, repetían la anécdota ocurrida en esa época, cuando el Cacique aceptó ese cargo sin saber manejar bicicleta.
“La dejaba en una esquina y se iba a hacer los mandados a pie, por eso demoraba tanto”, recuerda el periodista Celso Guerra.
Y fue tanta la insistencia que logró que le recomendaran una canción suya, ‘La negra’, para que la grabaran Luciano Poveda y Jorge Quiroz. Fue el inicio de una carrera que estuvo colmada de éxitos musicales y de dolorosos momentos en su vida personal.
El compositor de ‘Mensaje de Navidad’, Rosendo Romero, recordó a Diomedes cuando estudiaba en Villanueva, en el Liceo Colombia. “Recuerdo que para pagar sus estudios vendía arepas que hacía la mamá. Tenía el cabello muy largo y eso hacía que se le notara bastante sus ancestros indígenas”, sostuvo.
Vía El Tiempo
