Una larga espera no pudo estar mejor recompensada, aún y cuando la madrugada comenzaba a asomarse. Silvestre Dangond es el antídoto para cualquier cansancio y, precisamente, este sábado lo demostró cuando despertó la euforia colectiva de su público en el Palacio de Eventos.
La gira Sigo Invicto 360º trajo de regreso al ídolo más grande del vallenato, en la actualidad, con una moderna propuesta escénica que dejó impactado a un“palacio” repleto.
Tal y como se había anunciado, el astro se presentó en una tarima ubicada en el centro del ruedo, permitiendo así la visibilidad del show desde cualquiera de sus cuatro caras. La idea original fue del productor y director de escenografía Basilio Orta Paz, al frente de Apushana Producciones.
A las 11:50 del sábado, Dangond, cual rey, apareció en un sillón giratorio que emulaba al trono de cualquier realeza mundial. Lo que vino después era tan predecible como la reacción de Silvestre. Gritos, algarabía, emociones incontrolables, y mucha, pero mucha adrenalina se adueñaron de la noche que ya estaba por despedirse.
“El confite” fue la mecha que encendió los ánimos de unos eufóricos silvestristas que vivieron su momento de éxtasis al verlo. Dangond estaba ahí, muy cerca, para saciar la sed de parranda y romanticismo.
Mucho más delgado que la última vez, pero igual de enérgico, el colombiano deleitó con sus clásicos, y temas del nuevo disco. “Me gusta, me gusta”, “Cuidao con Judas”, “La ciquitrilla”, “Loco paranoico”, “Culpa de los dos”, “La difunta”, “La gringa”, “ El glu glu” y “Cantinero”, recreando un bar, cautivaron al público que no se cansó de bailar, aplaudir y ovacionarlo.
Un homenaje a Diomedes Díaz y otro a Kaleth Morales se llevaron el aplauso de las 4mil personas que aclamaron el espectáculo en el que Silvestre Dangond dejó claro que, definitivamentente, sigue invicto.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com