
Tras semanas de intensas polémicas que rodearon la reciente edición del certamen Miss Universo en Bangkok, el presidente y copropietario de la organización, Raúl Rocha, ha revelado públicamente su intención de vender su participación accionaria. Rocha, quien adquirió el 50% del concurso en enero de 2024, expresó su hartazgo ante el constante escrutinio y las «habladurías» en torno a la gestión del negocio.
La impactante declaración se produjo durante una entrevista con la periodista mexicana Adela Micha, donde Rocha confirmó su rol como presidente y accionista. «Estoy buscando a alguien a quien pasarle el testigo,» afirmó, comparando su posición con una «carrera de relevos.»
🗣️ «Estoy Harto de Tanta Habladuría»
Al ser cuestionado sobre el cambio de opinión en tan corto tiempo desde la adquisición, Rocha no dudó en señalar su frustración. «Es que estoy harto. Estoy harto de tanta habladuría. No me presto a ese tipo de cosas,» proclamó.
El ejecutivo lamentó la constante intromisión en las decisiones operativas, a pesar de ser «el dueño, el propietario, el presidente» de la organización. Rocha criticó que «todo el mundo quiere tener una opinión» sobre las contrataciones, despidos y decisiones estratégicas, señalando: «Quieren venir y decirte qué decisiones tomas, cómo las tomas, por qué contratas gente, por qué quitas gente y por qué añades gente.»
💥 Contexto de la Polémica Reciente
Las declaraciones de Rocha se dan en el contexto de una serie de controversias que han puesto a Miss Universo bajo el foco mediático. El incidente más notorio ocurrió el pasado 4 de noviembre, cuando una transmisión en vivo capturó un tenso enfrentamiento entre el ejecutivo del certamen Nawat Itsaragrisil y Fátima Bosch, la representante de México que posteriormente fue coronada ganadora del concurso.
Inmediatamente después del altercado, el propio Rocha anunció y ejecutó múltiples sanciones contra Itsaragrisil, incluida su exclusión del concurso final, buscando reafirmar la autoridad y las directrices de la presidencia.
La búsqueda de un nuevo accionista y líder por parte de Rocha plantea un futuro incierto para la dirección del certamen internacional, mientras la organización lidia con las repercusiones de los recientes conflictos internos.
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