El icónico Museo del Louvre en París fue escenario de un audaz y millonario robo de película en la mañana del domingo, 19 de octubre. Un grupo de asaltantes logró sustraer al menos nueve piezas históricas de la colección de joyas de la corona francesa y del Segundo Imperio, vinculadas a figuras como Napoleón III y la emperatriz Eugenia de Montijo.
El incidente, catalogado por las autoridades francesas como el robo más grave en el Louvre en más de un siglo, ocurrió en la Galería de Apolo y duró apenas siete minutos.
Detalles del operativo
Según los reportes policiales:
Modus Operandi: Se cree que un comando de tres o cuatro personas accedió al edificio utilizando un montacargas en la fachada exterior, aprovechando una zona de obras cercana a los muelles del Sena. Una vez en el primer piso, los ladrones forzaron o rompieron las vitrinas blindadas que contenían las joyas.
Botín: El objetivo principal fue la colección de joyas del Segundo Imperio. Entre las piezas sustraídas se encuentran tiaras, collares y broches de valor histórico incalculable. El famoso diamante Regente no fue robado.
Recuperación parcial: Durante la huida en motocicletas, los asaltantes perdieron la corona de la emperatriz Eugenia, la cual fue recuperada por la policía a pocos metros del museo, aunque presentaba daños.
Reacciones oficiales
El presidente Emmanuel Macron calificó el robo como un «atentado contra un patrimonio que apreciamos» y prometió llevar a los responsables ante la justicia.
Por su parte, el embajador de Francia en EE.UU. concluyó con firmeza: “Lo que sé es que la policía al final gana” y añadió que “esas personas serán detenidas, en un mes, en un año”.
El Louvre, el museo más visitado del mundo, recibió el pasado año a 8,7 millones de visitantes. Este nuevo suceso ha abierto un debate sobre la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad en instituciones culturales de relevancia internacional.
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