
El Gobierno de Catar, reconocido por su activa diplomacia en la resolución de conflictos globales, ha manifestado públicamente su disposición a actuar como mediador entre el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el actual mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro. Esta oferta surge en un contexto de creciente preocupación internacional por las elevadas tensiones bilaterales, especialmente ante la especulación sobre posibles acciones de Washington contra el país caribeño.
El portavoz oficial del Ministerio de Exteriores de Catar, Majed al Ansari, hizo la significativa declaración este domingo durante un encuentro con periodistas celebrado en los márgenes del prestigioso Foro de Doha. Al Ansari fue claro al señalar que la iniciativa de mediación está supeditada a una solicitud formal de las partes involucradas, o de otros Estados con interés en la estabilidad regional.
«Estamos esperando a que alguien nos lo pida», afirmó Al Ansari, subrayando el principio de neutralidad y el rol facilitador que Doha busca desempeñar. No obstante, el portavoz aseguró que las autoridades cataríes ya se están «comunicando con todas las partes» de manera informal, manteniendo líneas de diálogo abiertas.
Por el momento, especificó, Doha no está «haciendo nada oficialmente al respecto», pero su compromiso es firme si se requiere su intervención.
Un historial comprobado de éxito diplomático
La voluntad de Catar de interceder en este delicado asunto se sustenta en su reciente y comprobado historial como facilitador diplomático entre Caracas y Washington. El portavoz catarí recordó el rol crucial que desempeñó el país del golfo Pérsico en las negociaciones que culminaron en exitosos acuerdos de intercambio de prisioneros entre Venezuela y Estados Unidos en años recientes. Este precedente sirve como una sólida base para reafirmar el «compromiso con ese proceso si es necesario».
La mediación es un pilar fundamental de la política exterior de Catar, que utiliza su capital político y financiero para fomentar la estabilidad global. Al Ansari resaltó la actividad diplomática del emirato más allá del ámbito bilateral. Recientemente, Doha fue el anfitrión y facilitador del inicio de las conversaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y el Clan del Golfo, la principal organización criminal de la nación suramericana.
Doha: Centro global para la resolución de conflictos
El portavoz señaló que la intensa actividad diplomática de Catar en la región latinoamericana está obteniendo «muchos resultados de esa región para realizar muchas de estas mediaciones entre grupos y países». Esta experiencia dota a Doha de una perspectiva única y una metodología probada para acercar posiciones en escenarios altamente polarizados.
«Estamos considerando muchas de estas solicitudes en este momento», sentenció Al Ansari, aunque optó por no especificar cuáles. Esta declaración sugiere un panorama de múltiples negociaciones potenciales en curso, consolidando a Catar como un centro global de mediación. Poco antes de concluir el encuentro, el portavoz enfatizó que su país se encuentra mediando activamente en «más de diez» conflictos diferentes alrededor del mundo, demostrando la amplitud y profundidad de su alcance diplomático.
La oferta de Catar pone en el tablero internacional un posible camino diplomático para desescalar la tensión entre el chavismo y el entorno del expresidente Trump, ofreciendo un canal neutral que podría ser instrumental en la búsqueda de soluciones políticas y humanitarias. La pelota, ahora, queda en el tejado de Washington y Caracas.
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