Pionyang anunció hoy su primera prueba de armas en seis meses, la de un misil de crucero de largo alcance que fortalece sus capacidades para esquivar sistemas de defensa y que apunta a que el Gobierno de Kim Jon-un sigue reacio a aceptar la oferta de diálogo estadounidense.
El ejército norcoreano realizó varias pruebas este fin de semana, según informaron los medios del régimen, que hablaron de «éxito».
Los proyectiles volaron durante más de dos horas en «órbitas en forma de ocho» y alcanzaron sus objetivos situados a unos 1.500 kilómetros de distancia tras sobrevolar territorios y aguas de Corea del Norte, según un texto de la agencia KCNA.
Ni la inteligencia militar surcoreana, japonesa o estadounidense parecieron detectar estos lanzamientos, según se desprende de lo dicho hoy por las tres partes durante el evento militar.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) de Corea del Sur se limitó a afirmar en un comunicado que se está «realizando un análisis detallado (de los lanzamientos) en estrecha cooperación entre los servicios de inteligencia surcoreanos y estadounidenses», con el fin de hacerle seguimiento a las pruebas que realiza el país comunista.
Vía EFE/Diario República
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