La autoridad electoral de Bolivia publicó el lunes por la noche nuevos datos que daban al presidente Evo Morales suficientes votos para ganar las disputadas elecciones en primera vuelta, provocando acusaciones de fraude de su principal rival, enfrentamientos en las calles y ataques a oficinas electorales.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) suspendió de forma inesperada el conteo preliminar de votos el domingo por la noche cuando los resultados mostraban que las elecciones iban a una segunda vuelta.
La pausa abrupta alimentó las preocupaciones de los observadores electorales y de gobiernos extranjeros por la posible manipulación de los votos.
Después de una brecha de 24 horas, el TSE actualizó su conteo para mostrar al izquierdista Morales con una mayor ventaja, con un 46,85% de los votos frente al 36,73% de su contrincante Carlos Mesa, apenas lo justo para darle la ventaja de 10 puntos necesaria a fin de consagrarse en primera ronda.
Mientras los manifestantes peleaban con la policía en las calles de la capital, La Paz, fuera del lugar de conteo, el candidato de centroderecha Mesa criticó los resultados como “vergonzosos” y dijo que no los reconocería.
“Confiamos en que la ciudadanía no va a aceptar esta votación”, dijo Mesa a periodistas en la ciudad de Santa Cruz. “Este gobierno ha planteado una situación imposible (…), de hacerse la burla del voto popular”.
Un día antes, Mesa -un expresidente que después de dos años de gobierno se vio forzado a renunciar por protestas- había celebrado el pase a una segunda vuelta con el recuento oficial con casi el 84% de los votos mostró que a Morales no le habían alcanzado los sufragios para consagrarse.
Pero Morales, quien ganó sus tres periodos anteriores con mayorías sólidas, insistió el domingo en la noche que los votos de las zonas rurales le darían una victoria absoluta.
La incertidumbre provocó protestas en el país sudamericano y observadores electorales y diplomáticos internacionales temían que se desencadenaran el tipo de manifestaciones violentas y disturbios que han sacudido a Chile y Ecuador recientemente.
“El resultado está en entredicho y hay aprontes de conflicto. Se podría desatar un clima que de la tensión pase a la convulsión”, dijo el analista político boliviano Franklin Pareja.
Manifestantes incendiaron por la noche los tribunales electorales departamentales de las ciudad de Sucre y de la localidad de Tarija, según imágenes de televisión.
Gases lacrimógenos
Antes de que el TSE reanudara el lunes la actualización de los resultados preliminares, miles de bolivianos protestaron frente a un hotel en La Paz donde el tribunal procesaba los votos. La policía disparó gases lacrimógenos contra la multitud, en medio de reportes de enfrentamientos en otros lugares.
La decisión previa del TSE de detener el conteo provisional con solo el 83,76% de las actas computadas había llevado al observador oficial, la Organización de Estados Americanos (OEA), a exigir una explicación.
“Esas cifras indicaban claramente una segunda vuelta, tendencia que coincidía con el único conteo rápido autorizado y con el ejercicio estadístico de la misión de observación”, dijo Manuel González, jefe de la misión de la OEA.
González dijo que el cambio en un día fue “inexplicable” y es un golpe a la confianza de los votantes en el proceso electoral, pero no llegó a considerar ilegítimos los resultados.
Argentina, Brasil y la Casa Blanca también expresaron preocupación por la interrupción en el flujo de los resultados.
“Las autoridades electorales deberían restablecer de inmediato la credibilidad y la transparencia del proceso para que se respete la voluntad del pueblo boliviano”, escribió en Twitter Michael Kozak, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos.
Si Morales gana, el líder con mayor cantidad años en el cargo en Latinoamérica extendería su gobierno a 19 años.
Antonio Costas, uno de los seis miembros del TSE que coordina el conteo, dijo a Reuters el lunes que se tomó la decisión de suspender el conteo preliminar para centrarse en el cálculo oficial más lento.
Ese conteo, aún en curso con aproximadamente el 60% de las boletas procesadas, tiene a Mesa y Morales estrechamente empatados con un poco más del 42% de los votos cada uno.
Costas agregó que no había recibido ninguna presión política para detener el conteo preliminar, que había sido concebido para garantizar una mayor transparencia en la votación.
Morales, un exlíder sindical de cocaleros, ha encabezado un largo período de estabilidad política y económica para Bolivia, el país más pobre del continente. Pero su apoyo ha disminuido en medio de la desaceleración del crecimiento económico y la preocupación por la corrupción y las prácticas antidemocráticas
Via Reuters/Diario Republica
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