
El Papa León XIV elevó este domingo un enérgico clamor internacional por la liberación inmediata de los más de 300 estudiantes, docentes, sacerdotes y feligreses secuestrados en Nigeria y Camerún. Tras el rezo del Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, ante una multitud de más de 40.000 fieles, el Santo Padre manifestó su «gran tristeza» y «profundo dolor» por la escalada de violencia en la región.
“Recibí con inmensa tristeza la noticia del secuestro de sacerdotes, fieles y estudiantes. Siento un profundo dolor, especialmente por los numerosos jóvenes secuestrados y por sus angustiadas familias”, expresó el Pontífice.
Secuestro masivo en una escuela católica
La principal preocupación se centra en el más reciente y alarmante incidente ocurrido el pasado viernes. Según reportes oficiales, un grupo de individuos armados, presuntos bandidos o miembros de grupos extremistas, irrumpió en la Escuela Secundaria Católica St. Mary’s en la remota comunidad de Papiri, al norte de Nigeria.
El asalto resultó en el rapto de al menos 303 estudiantes y 12 docentes, una cifra que supera incidentes previos como el de Chibok en 2014, poniendo de manifiesto la grave crisis de seguridad que atraviesa el país africano. No obstante, en un rayo de esperanza, fuentes de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) informaron este mismo domingo que 50 de los estudiantes lograron escapar de sus captores y reunirse con sus familias, aunque 253 alumnos y el personal docente permanecen retenidos.
Este secuestro masivo se suma a una serie de ataques recientes. Apenas el lunes pasado, unas 25 niñas fueron raptadas de otro internado en el estado de Kebbi. El martes, 38 feligreses de la Iglesia Apostólica de Cristo, incluido su pastor, fueron secuestrados en Eruku, en el estado occidental de Kwara.
Llamamiento a las autoridades
En su mensaje, el Papa hizo un «ferviente llamamiento» para que los rehenes sean devueltos sanos y salvos. “Hago un llamamiento para que los rehenes sean liberados inmediatamente e insto a las autoridades competentes a que tomen las decisiones adecuadas y oportunas para garantizar su liberación”, declaró.
El Papa, que asumió el cargo en mayo de 2025, extendió su preocupación a los secuestrados en Camerún. En la última semana de agosto y en septiembre, se registraron ataques en el extremo norte del país, resultando en el secuestro de niños cristianos y, posteriormente, en el rapto de cinco sacerdotes, una religiosa y dos laicos en la diócesis de Mamfé, donde los asaltantes incluso incendiaron el templo.
León XIV invitó a los fieles de todo el mundo a unirse en oración «por estos hermanos y hermanas nuestros» y «para que siempre y en todas partes, las iglesias y las escuelas sigan siendo lugares de seguridad y esperanza».
Antes del rezo, el Papa presidió una misa multitudinaria en la plaza con motivo del Jubileo de los Coros y las Corales, un evento que congregó a miles de peregrinos de diversas naciones. Su llamado por Nigeria y Camerún fue el punto central de su mensaje dominical, marcando una posición firme de la Santa Sede frente a la violencia que azota a las comunidades cristianas y educativas en África.
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