
Richard Grenell, enviado especial del presidente Donald Trump para Misiones Especiales, salió en defensa de la reciente apertura del mandatario estadounidense a conversar con Nicolás Maduro, asegurando que esta disposición al diálogo no debe interpretarse como una señal de debilidad.
En una entrevista concedida durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), Grenell abordó las críticas internas sobre un posible encuentro con el líder venezolano:
“No creo que hablar con Maduro sea una posición débil. Y mucha gente me criticó duramente por decir que es débil ir a hablar con él. Estoy totalmente en desacuerdo”, declaró el diplomático.
🇺🇸 «Estados Unidos Primero» en la Negociación
Grenell argumentó que la decisión de Trump se alinea con el estilo de negociación de la actual Administración, centrado en el enfoque de «Estados Unidos Primero». Este método implica una postura firme y la priorización absoluta de los intereses nacionales, incluso al dialogar con adversarios.
Para ilustrar esta filosofía, Grenell citó su experiencia como embajador en Alemania, donde fue criticado por su dureza:
“La canciller Merkel una vez me reprendió y me dijo: ‘ya sabes, danos un respiro de vez en cuando’. Y yo dije: ‘con el debido respeto, señora, usted tiene un embajador en Washington. Yo estoy aquí por el pueblo estadounidense. Trabajo para el pueblo estadounidense. Ellos pagan mi salario. Realmente no me importan demasiado los problemas alemanes’,” relató.
El diplomático subrayó que su función es representar a Estados Unidos, no al otro país, lo que justifica una postura inquebrantable en cualquier mesa de diálogo, incluso con líderes cuestionados. Las declaraciones de Grenell buscan legitimar la apertura de Trump mientras el despliegue militar en el Caribe continúa.
Diariorepublica.com



