Desde el pasado 23 de junio Thailandia vive el drama de doce niños y un adulto que se encuentran atrapados en una cueva del norte de Tailandia, primero por no saber si estaban vivios y ahora por lo díficil y complicado de su rescate que para muchos tomará meses, que parece que precisamente no tienen, pues el oxigeno y el nivel del agua juegan en su contra.Lea todo lo que debe saber sobre este caso en esta nota
Hace apenas tres días encontraron con vida a los 12 niños futbolistas y su entrenador que quedaron atrapados en una cueva del norte de Thailandia, lo que llenó de esperanzas a los familiares que desde el pasado 23 de junio de 2018, fecha en la que el grupo entero se trasladó en bicicleta hacia el complejo de cuevas Tham Luang, debajo de la montaña Doi Nang Non, luego de una práctica de fútbol.
La imprudencia reinó en el paseo, pues el lugar, popular como paraje turísticos tiene un cartes que advierte que no se debe entrar en la temporada de lluvias, alerta que decidieron ignorar y meterse a explorarlo de todas formas, quedando atrapados a unos dos kilómetros de la entrada, y un kilómetro de profundidad, por la subida del agua, producto de las precipitaciones.
Se supo de su paradero por que luego de despertart la alerta gracias a la denuncia de una de las madres, los equipos de rescate encontraron una bicicleta en la entrada de la trampa mortal.
¿Cómo los encontraron?
Un equipo británico de tres buzos, que nadó entre los oscuros y estrechos canales subterráneos inundados, finalmente los encontró el 2 de julio, en buen estado de salud a pesar de haber estado días sin comer y apiñados sobre una roca, luego de esto y lo mas rápido posible fueron provistos de alimentos y otros artículos necesarios mientras se prepara el rescate.
Producto de esta buena noticia el mundo comenzó a centrar sus ojos en este suceso, por lo que noticieros y páginas web comenzaron a retransmitir videos tomados por los rescatistas que daban fe de la veracidad de la noticia, que brindaba una nueva esperana a los familiares de los 12 niños de entre 11 y 16 años que forman parte de la Academia de fútbol infantil tailandesa Mu Pa (jabalíes salvajes), y de su entrenador de 25 años de edad.
¿Se pueden rescatar?
Existen varias opciones para su rescate, cuales quiera tardarán meses y son peligrosas: entre las que se cuentan encontrar un hueco en la montaña por donde sacarlos con la ayuda de un helicóptero o, bajar el nivel del agua realizando un drenaje artificial de las aguas que inundan parcialmente la cueva, que ya se está haciendo.
Una de las que se veía como más factibles que era, sacar a los niños buceando, misa que implicaba entrenar a los pequeños, a pesar del estrés que ya tienen; este viernes en la mañana se comienza a caer tras la muerte de uno de los buzos que repartía el oxigeno a lo largo del trayecto que deberán realizar los niños en compañía de dos buzos profesionales por los pasadizos inundados.
Uno de los buceadores que participaba en las tareas de asistencia ha muerto al quedarse sin oxígeno en la botella mientras cubría el largo y laborioso trayecto bajo el agua desde la entrada de la sima al punto donde se encuentran los niños.
El comandante de la unidad de buceadores de la Marina tailandesa, Apakorn Yookongkaew, dio la lamentable noticia este viernes en una rueda de prensa la muerte de Samarn Poonan, que quedó inconsciente mientras cubría el trayecto y al que no se pudo revivir. Poonan, un antiguo submarinista militar que trabajaba como voluntario, era uno de los encargados de repartir botellas de oxígeno a lo largo de la ruta que tendrán que cubrir los supervivientes para salir de la gruta.
“Tras haber entregado una reserva de oxígeno, en el camino de vuelta se quedó sin aire”, declaró Passakorn Boonyaluck, vicegobernador de la provincia de Chiang Rai, donde se encuentra la cueva de Tham Luang. “Se quedó inconsciente en el camino de vuelta, su compañero intentó revivirlo y sacarle, sin éxito», precisó Yookongkaew.
Pese a ello, los niños continúan recibiendo clases de natación y buceo a ritmo acelerado, por si se acaba juzgando imprescindible sacarlos lo antes posible
La opción de drenar el agua, que ya está en marcha, consiste en bombear el agua fuera de la cueva y, al mismo tiempo, perforar distintos sectores para ayudar al drenaje, de manera que al finalizar, el grupo podría, en teoría, volver a salir cruzando el mismo camino que hicieron en un principio.
El problema con esta opción es la fragilidad de las cuevas y la entrada del monzón que puede llenar aun mas la cueva por las terribles precipitaciones que ahogarían a los 13 atrapados.
La tercera opción es simplemente esperar a que termine la intensa temporada de lluvias tras lo cual el agua bajará naturalmente y los niños y su entrenador podrán ser evacuados.
Aunque en cierta medida es el método más seguro, podrían tener que esperar meses en los que deberán vivir en la oscura cueva abastecidos de comida, medicamentos y otros artículos esenciales provistos por los buzos.
La cuarta opción es la del rescate por helicóptero encontrando una abertura por la montaña, es la menos probable y complicada.
Sobretodo por la temporada de lluvias recién está comenzando y es imposible asegurar que el lugar donde se encuentran atrapados no reciba más agua y resulte también inundado.
Peligros
Además, los desprendimientos de roca son recurrentes y hay riesgo de hipotermia si no logran mantenerse secos.
Finalmente, los jóvenes deben mantenerse atentos y tratar de no desesperarse y entrar en shock.
Para ello, han sido provistos de luz artificial y se esperaba que pronto pudieran utilizar sus teléfonos celulares para comunicarse con el exterior, y el equipo de buzos se turna para quedarse con ellos y hacerles compañía, además se hicieron esfuerzos para lograr que se comunicaran con sus familiares
Se lograron comunicar
han podido comunicarse con sus familiares, confirmó hoy a Efe un miembro de los equipos de rescate.
La fuente, que pidió no ser identificada porque no le está permitido hablar con los medios, evitó precisar la manera en la que han podido establecer contacto entre el exterior y el interior de la caverna.
«Los equipos utilizan muchas maneras de comunicación a lo largo de los túneles subterráneos. El jueves trabajaban en llevar un cable de conexión telefónica hasta la cavidad donde se encuentran los niños, pero también se usa tecnología sin cables o incluso manual, como cartas», indicó el participante en las operaciones..
Diario República/Agencias