
Un total de 208 migrantes venezolanos fueron deportados desde El Paso, Texas, en un vuelo fletado por Eastern Airlines que aterrizó este miércoles en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía. Esta acción forma parte de las políticas migratorias intensificadas por el gobierno de Estados Unidos en respuesta al aumento de cruces irregulares en la frontera sur.
Entre los repatriados, la situación humanitaria es crítica. La cifra oficial incluye 159 hombres, 35 mujeres, tres adolescentes y 10 niños, además de una niña que fue separada de su madre durante el proceso de detención gestionado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
El vuelo fue recibido por funcionarios del Ministerio de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, quienes de inmediato emitieron un comunicado de condena. La institución calificó la medida estadounidense como una «violación a los derechos humanos» y un «acto de coacción contra los connacionales».
A través de sus redes sociales, el Ministerio expresó: «Estas políticas migratorias… evidencian la frialdad inhumana de ese país hacia Venezuela”.
Según datos proporcionados por el propio gobierno venezolano, el de este miércoles es el vuelo número 79 de repatriación en lo que va de 2025, siendo la gran mayoría procedentes de Estados Unidos.
El incidente ocurre en un momento de renovada fricción diplomática entre Caracas y Washington. Recientemente, el presidente Nicolás Maduro denunció la supuesta “separación forzada” de menores venezolanos en territorio estadounidense. El mandatario aseguró además que su administración ha recibido apoyo del Papa León XIV para facilitar el retorno de los niños afectados por las políticas migratorias de EE. UU.
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